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EL MÉTODO MASÓNICO

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Una aproximación a su experiencia
            
Palabras leídas en nombre de la Federación Americana de Supremos Consejos del REAA – FASCREAA - en el Foro Masónico organizado por la Gran Logia Central de Colombia, fundada en 1985, en el Templo de la Log:. Umbral de Oriente Nº 7, en el Oriente de Villavicencio, Colombia, el día 28 de junio de 2014 (E:. V:.), en el que presentaron Ponencias el Gran Oriente de Colombia, la Gran Logia del Caribe Colombiano, la Federación Colombiana de Logias Masónicas y la Obediencia anfitriona.
                      
Por: Iván Herrera Michel.
          
(Saludos protocolarios)
             
Queridos Hermanos y Hermanas,
           
Tengo mucho gusto en saludarlos en nombre de las Jurisdicciones de Altos Grados que conforman la Federación Americana de Supremos Consejos del REAA (FASCREAA), y en unirnos a este homenaje que se hace al ex Gran Maestro e IPH:. Gabriel Dávila Mejía. Pilar fundamental del nacimiento y la construcción de un pensamiento Masónico progresista en nuestro país. 
            
De igual manera, soy portador de un cálido y fuerte abrazo fraternal que desde el Caribe colombiano les envía el Muy Resp:. Gran Maestro de la Federación Colombiana de Logias Masónicas, Q:. H:. David Name Terán, junto con sus felicitaciones por este hermoso templo que ustedes han construido en el Or:. de Villavicencio en bien general de la Masonería colombiana.
              
En lo personal, siempre ha sido para mí un placer visitar la Gran Logia Central de Colombia, y encontrarme con mis Queridos Hermanos de muchos años en el accidentado camino de mostrar a la Masonería colombiana que más allá de apremiarnos con dificultades estériles, existe una manera progresista, no discriminadora y no dogmática de entender y practicar nuestros cometidos constructivos. 
          
Es por esto que yo les agradezco muchísimo que me hayan invitado a repasar con ustedes

Panorámica de Villavicencio
la manera que tiene la Masonería para buscar sus fines, y honestamente quiero contarles cuales han sido mis impresiones después de estar asistiendo a las Logias Masónicas durante algún tiempo, advirtiendo escrupulosamente que suelo admirar la óptica tradicional y no prejuiciada sobre los asuntos Masónicos, que reconoce una gran importancia a la cantidad de libertad que otorga la Orden para repensar la realidad Masónica, para juzgar autónomamente su presente y para valorar su aporte a la sociedad, desde una institución contrahegemónica, diversa e incluyente.
              
Comenzaré diciendo lo obvio.  Lo que todo el mundo sabe: Que en las Tenidas los Masones hablamos y discutimos sobre todo lo divino y lo humano.  Los Masones podemos, como Terencio en el siglo II, decir que “nada de lo humano nos es ajeno”,
                
Podemos en una semana hablar de la prevalencia de nuevas infecciones del SIDA en Colombia, y en la siguiente Tenida de las características esenciales de la entelequia aristotélica, o de los 51 millones de desplazados que hay en el mundo, o de si los chacras son seis como dice la teosofía o siete como enseña el gnosticismo, o si simplemente no existen. O en cambio, ocuparnos de algo mucho más prosaico y cercano como puede ser el suministro de agua en 100 barrios de Villavicencio a raíz de la llegada del fenómeno del niño.  
                 
También hay temas que nos exigen un gran esfuerzo de comprensión. Por ejemplo: El Gran Oriente de Francia propuso para la vigencia 2012 – 2013, que todas sus 1.200 Logias se ocuparan, como una cuestión de interés general, de responder a la pregunta de ¿Cómo una sociedad que valora un ideal de competición puede esperar concretar un ideal de igualdad?  Yo he leído con atención las conclusiones de sus 16 regiones nacionales e internacionales, y les puedo asegurar con absoluta franqueza que el asunto está muy lejos de estar concluido.  También he conocido un documento para la reflexión general emanado del Gran Capitulo General del Rito Francés Femenino de Francia, sobre lo que llama “Un discurso amoroso sobre la laicidad”, que como se puede adivinar por su título ofrece una óptica muy poco convencional.
           
Y si queremos recordar una cuestión, todavía más difícil de tratar que la parcela religiosa de la laicidad que se refiere a la separación entre la iglesia y el estado, podemos traer a cuento el de la laicidad financiera que recomienda la separación entre el estado y el sector financiero y económico.  Son argumentos que tienen tanto de largo como de ancho, que, de nuevo con Terencio, podemos decir que “es muy malo tener un lobo cogido por las orejas, porque no sabemos cómo soltarlo ni cómo seguir aguantándolo”.
               
Frente a estos apuros, y cualquiera que sea el tema tratado, la Masonería ofrece una ruta particular y esforzada en la búsqueda de la materialización de un mundo más libre, más igualitario y más solidario. Esta vía constituye su método y en ella se vale de la metáfora de la construcción, en un transcurso Iniciático sucesivo, en el que, como dicen los Masones franceses: “Lo que tú haces, te hace” (Cela que tu fais, te fait).
                
El proceso comienza, en resumidos términos simbólicos, con la aceptación y la admisión de personas que se convierten al mismo tiempo en un constructor y en una construcción, y que proviniendo de un mismo contexto social y poseyendo diferencias personales de todo tipo, a veces contradictorias entre sí, deben participar armónicamente en una obra comunitaria a lo largo de su membresía, en tres originales espacios especulativos que corresponden a cada uno de los tres Grados básicos de la Orden.
               
En medio de esta pluralidad, siempre retadora, conflictiva y asumida desde la realidad circundante, la Masonería se ocupa en primer término, filosófica y fraternalmente, de reunir y recoger en su seno a hombres y mujeres que de otra forma difícilmente hubieran compartido un espacio común. A partir de allí, y contra todo pronóstico, la especificidad del Método Masónico les hace girar sobre esa diversidad, a la vez que se aprovecha de ella para la construcción que promete.
                
El Método Masónico se sustenta única y exclusivamente en el trabajo en Logia. No hay
lugar para él en una labor solitaria fuera del Taller. La razón de ser de esta particularidad gravita en que impone que trabajemos en presencia e intrincados con otros, de quienes a la vez somos otros diferentes. La experiencia florece gracias a las opiniones cruzadas.
                
Las discusiones que permanentemente vemos en las Tenidas sobre todo tipo de saberes, adelantadas por personas no necesariamente especialistas en ellos, terminan enriqueciendo y matizando las versiones filosóficas, intelectuales, emocionales, religiosas, espirituales, profesionales, artísticas, Etc., de sus participantes. En el sentido de posibilitarles una nueva visión que incorpore perspectivas que antes no habían sido tenidas en cuenta o no les eran conocidas.
                     
La singularidad del Método Masónico se fundamenta en una ritualidad propia y en la reflexión moralizada y convocante de sus símbolos constructivos, acompañadas de una acción compatible, por su amplitud de cobertura, con cualquier convicción personal, mientras ella admita inequívocamente el respeto al otro y la aceptación de la diferencia.
             
Un ritual, cualesquiera que sean sus objetivos, siempre es simbólico y representativo de unos estándares de procedimientos enmarcados en una memoria histórica, tan categóricos como redundantes, dirigidos a un determinado colectivo, en donde a cada quien se le ha estipulado un rol en el tiempo y en el espacio.   
                  
El Método Masónico implica querer pasar permanentemente de un estado presente a una nueva fase de vida. Conlleva una promesa personal acerca de cómo deseamos llegar a ser en el día de mañana en relación con lo que pensamos que es mejor para nosotros y para los otros. En el entendido de que repensar nuestras convicciones y opiniones de manera autónoma y crítica a la luz de otras miradas puede facilitarnos una mayor conexión con nuestra conciencia moral así como brindar más coherencia a nuestras acciones.
                
En palabras del pensador y escritor español José Luis Cobos, “nuestro método Iniciático persigue hacer más dúctil nuestra Piedra, nuestra condición, para que podamos acometer la serie de cambios que necesitamos para conducirnos hacia el adueñamiento de nuestro ser” (Cobos, J. L. (2013) El Método Masónico. Pág. 122. Oviedo, España: Editorial masónica.es)
                   
La ceremonia de “Iniciación” Masónica, con la que se aborda la pertenencia formal a la Masonería, es un Rito de Pasaje.  Formaliza el cambio de un estado previo a uno nuevo, mediante el cual ampliamos nuestras comprensiones sobre “el hombre y sus circunstancias” gracias al contacto repetitivo con fórmulas de interiorización, socialización, integración al pasado y consustanciación con el futuro, diferentes a otros caminos y procedimientos Iniciáticos o especulativos.
                 
Con el uso del ritual, las herramientas y las estructuras administrativas como símbolos, el Método Masónico busca sentar en el ámbito de lo concreto, nociones y formas de pensamiento abstracto, al mismo tiempo que sugiere un patrón constructivo centrado en el ser humano, portador de horizontes de sentidos y comprensiones.
              
En ese orden de ideas, el ritual Masónico, y las ceremonias que contiene, Grado tras Grado, repiten cánones de conductas que señalan una manera de comportarse en el presente, en la que los hechos, las personas, sus pensamientos y sus emociones, se despojan de su dimensión común para adquirir una médula humanista trascendental.
             
De tal manera, que los Grados Superiores, Colaterales, Aliados, Adicionales, Suplementarios, Accesorios, Ordenes de Sabiduría, Etc., nacidos en el siglo XVIII al calor de diferentes inspiraciones míticas, legendarias, filosóficas, religiosas o históricas, que se fueron articulando en rituales independientes por cercanía, afinidad o negociación, formulan una oportunidad adicional a la simbólica para aproximarnos con visión sistémica a algunas de las ideas e hitos que han movido la civilización occidental, conservando el permanente pulido de la Piedra Bruta y de su posterior ubicación, horizontal y vertical, en el levantamiento del “Gran Templo de la Humanidad”, que no es otro diferente a una persona más consciente de sus potencialidades y una humanidad más feliz.
                
En el curso del Método Masónico, un Masón cree y trabaja en y desde la autonomía de su
pensamiento, y la valora como el prerrequisito para su biografía personal.  En este sentido, el psiquiatra y escritor húngaro Thomas Szasz, fallecido hace un par de años, dijo con acierto en una ocasión: "La gente suele decir que tal o cual persona no se ha encontrado todavía a sí misma. Pero la autonomía no es algo que uno encuentra, es algo que uno crea."
                 
Tampoco le faltaba razón a Nietzsche cuando afirmó que ser independiente es un “privilegio de los fuertes”.  Y lo digo porque me he dado cuenta de que en el pulido de nuestra Piedra Bruta tenemos que confrontar con nuestro propio inconsciente.  Y eso reclama un gran esfuerzo, porque exige trasgredir los límites de nuestra zona de confort genética y ambiental.
          
Los Masones insistimos en el compromiso con nuestros rituales, sin perder de vista la esencia primera de la maquinaria teatral, con todos sus mecanismos de espectáculo y entretenimiento, porque sabemos que sin ellos no funciona la arenga doctrinal. 
               
Queridos Hermanos y Queridas Hermanas,
           
Por último, y de nuevo, les reitero mis más sinceros agradecimientos por regalarme esta impagable oportunidad para repasar el método que nos ofrece la Orden, en medio de una inmejorable compañía, en la que reconozco a buena parte de lo más avanzado del pensamiento Masónico colombiano.
             
Muchas gracias a todos por esta oportunidad y por sus luces.
  
                        
IHM.
Or:. de Villavicencio - Colombia
Junio 28/2014



¿PARA QUE SIRVEN LOS BLOGS MASÓNICOS?

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Por Iván Herrera Michel
  
Un veterano Masón panameño, al parecer con varias décadas y alta graduación en la Orden (circunstancias que menciona cumplidamente), me ha hecho llegar, con cierto escepticismo, la pregunta que da origen a esta publicación, y yo le he contestado, palabras más palabras menos, que sigo pensando que la web 2.0 es algo irremediable. 

Porque no creo que alguien en su sano juicio piense que vamos a volver a un mundo sin tecnología ni redes sociales virtuales, a menos que tenga la sospecha de que se va a producir una catástrofe que nos devuelva al paleolítico. De otra manera, la humanidad (y en ella, los Masones y Masonas), seguirá frecuentando con mayor constanciael computador y navegando por Internet, que es el canal de comunicaciones y contenidos más grande y el de mayor crecimiento que jamás haya existido.  

En la "nube" se han “montado” alrededor de 200 millones de blogs desde el año 2001 en que se popularizaron, de los cuales unos cuantos cientos son “Masónicos”.  Yo he creado el mío en 2007, y por haber estado allí siete de los trece que lleva el fenómeno, puedo decir que los de la Orden son muy diferentes a otros de divulgación científica, análisis literario, superación personal, opinión política, comentarios deportivos, de noticias,  chismes, comida, moda, salud, educativos, corporativos, Etc.   

La fuente de los temas de mi blog suelen ser los debates entre los Hermanos de mi Logia o
los que constantemente se presentan en las Masticaciones de mi Obediencia, matices de los rituales que suscitan nuevas inquietudes, tópicos sobre los que surge el deseo de profundizar, libros y revistas que he leído o releído, noticias del planeta Masónico, correspondencia recibida, preguntas de los lectores o correos como el del Masón veterano que motivó estas líneas

Los temas más controvertidos y comentados tienen que ver con la exclusión de los ateos, la Iniciación de la mujer en pie de igualdad, los Masones homosexuales, y la famosa “regularidad” anglosajona. Escribir sobre ellos garantiza lectura y controversia.

A los blogs Masónicos a veces los distingue un cierto tono didáctico, que en mi caso puede atribuirse a treinta años de docencia universitaria.  Un blog personal es como llevar un diálogo con una comunidad que se va conformando en torno a él, que es incomparable con la de los lectores de revistas impresas. Lo digo por experiencia propia, ya que he tenido la oportunidad de estar vinculado a algunas de contenido Masónico como director, consejero de redacción o colaborador habitual y puedo notar la diferencia.


Hay cosas curiosas que he notado en el comportamiento de mis Queridos Hermanos.  Por ejemplo, me resulta cómico que algunos que conozco sigan mi blog de incognito para que yo no me entere. Cada quien tiene sus maneras. Así mismo, conozco casos de quien en público se ha prometido a sí mismo no leer una sola línea en Internet, y a un SGC:. que hizo jurar a sus pares en una ceremonia de Colación del Grado 33° no seguir las ideas que aparecen en la red. También los hay blogofóbicos como el Querido Hermano panameño que me escribió.   

La Internet ha cambiado hasta la manera en que los interesados se aproximan a la Orden. Si quisiera resaltar una ruta generalmente seguida por quienes desean hoy iniciarse en la Masonería, diría que primero están visitando Wikipedia, luego tratan de hablar con un miembro de la Orden al tiempo que consultan la blogosfera Masónica. Cuando al fin se deciden, suelen tocar el pórtico de una Obediencia por Internet, pedirle a un Masón que los apadrine o escribir a un blogger pidiendo ayuda para ingresar.  

En este último caso, siempre canalizo su solicitud hacia Masonerías que les sean cercanas o afines ideológicamente, siempre y cuando entre las costumbres del interesado no advierta una discriminación o un irrespeto a los Derechos Humanos que termine reforzando los vicios que han hecho nido en la Orden.     

También existe el Aprendiz y el Compañero que pide que lo instruyan en lo de su Grado.  Aquí siempre contesto lo mismo: “esa es una labor exclusiva de los Vigilantes de su Logia”.  Pero si deseaque comentemos asuntos generales o noticias públicas de la Orden, suelo intercambiar impresiones con ellos.

En mi opinión, la blogosfera Masónica ha arrojado los siguientes resultados positivos:

1) Ofrece una imagen fresca y contemporánea de la Masonería,

2) Estimula la búsqueda de conocimientos y la investigación sobre diferentes sensibilidades de la Orden,

3) Constituye un modo de adquirir comprensiones y es un medio privilegiado de distribución del conocimiento,

4) Brinda intercambios de ideas, posibilitando el enriquecimiento mutuo sin barreras de espacio y tiempo, y

5) Permite apoyarse en diversas fuentes Masónicas evitando el adoctrinamiento en un solo pensamiento. 

El redactor de un blog Masónico debe tener claro que es importante que el pensamiento del lector fluya libremente y que valore autónomamente la información cotejándola con la que proviene de otras áreas ideológicas de la Masonería. 

¿Qué hace el lector con esa información?: Lo que él decida. 

Es lo Masónico.




LOS MASONES Y GAZA. UNA REFLEXIÓN NECESARIA

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Por Iván Herrera Michel

Ayelet Shaked
Es difícil no impresionarse con frases del calibre de “todas las madres palestinas deben ser asesinadas... y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre” dichas en público por la hermosísima parlamentaria israelí Ayelet Shaked. O del talante de “hoy he matado trece niños” con la que sacó pecho en Instagram el soldado de ese país David Ovadía.

También conmueven las lágrimas de quienes lloran a los 60 soldados israelíes caídos en combates o a los cerca de 2.000 palestinos muertos.  Dos tercios de ellos civiles. Y en especial, es punzante escuchar los gritos de dolor de las madres de más de 300 niños palestinos asesinados en escuelas, hospitales, mientras dormían, jugaban futbol en la playa, aterrorizados se acurrucaban en algún rincón de su casa en Gaza o un francotirador practicaba tiro al blanco con ellos. En realidad, todos son víctimas de lo absurdo de la dinámica de los genocidios, que acaba tanto la vida de las víctimas como el corazón de los victimarios.

Indiscutiblemente, Hamas ha incurrido en terrorismo y en crímenes de guerra. Pero también es cierto que Hamas es un movimiento político y militar de independencia nacional nacido en 1987, como un hijo indeseado de la catástrofe que vive el pueblo palestino desde 1948, cuando la ONU creó un estado confesional en su territorio para albergar a los ciudadanos europeos de religión judía que estaban enviando por montones los países del viejo mundo, luego de haberlos perseguido, expulsado y asesinado durante 1.500 años y exterminado de la peor manera a dos tercios de ellos durante el holocausto que llevó a cabo el estado alemán desde 1939 hasta 1945, con el apoyo de Italia, España, Etc. En aquel entonces, Hitler dijo: “es indudable que los judíos son una raza pero no son humanos”, frente a una comunidad internacional a la que muy poco le importó que los aniquilaran.

En desarrollo de esta política, a partir de 1948 fue expulsado de sus lugares de origen el 57% de la población

palestina, destruidos completamente 531 de sus ciudades y pueblos, en medio de 70 masacres que dejaron unos 15.000 hombres, mujeres y niños muertos. Y eso fue solo el principio. Hoy también importa muy poco al establecimiento internacional cuando la parlamentaria Ayelet Shaked dice los horrores que dice, sobre un pueblo al que ha llevado el estado de Israel, en 67 años, a tener al 44% de sus miembros malviviendo en 58 campamentos de refugiados regados en cuatro países, sin contar la ocupación de los escasos territorios que le queda en Cisjordania y Gaza. 

En medio de la vorágine noticiosa diaria, a lo largo de un mes fue perdiendo importancia y protagonismo el genocidio, de tal manera que pareciera tener razón Stalin cuando dijo que “la muerte de una persona es un hecho trágico, pero la muerte de un millón es simple estadística”. 

La verdad es que los genocidios y las masacres parecen formar parte de la humanidad desde siempre. Ejemplos no faltan en los últimos dos milenios. Veamos unos cuantos:

En la conquista de las Galias por Julio Cesar, que terminó en el año 52 A. de N. E., murieron tres millones de personas; en el siglo VII la rebelión del chino An - Lushan arrojó 35 millones de muertos; entre los años 1096 y 1777 las cruzadas católicas al Medio Oriente, Asia y Europa provocaron 5 millones de muertes; durante el siglo XII las invasiones de los Mongoles produjeron 60 millones de muertos; la conquista de América en el siglo XVI provocó 90 millones de muertes; las guerras de religión en la Francia del siglo XVI causaron tres millones de muertes; la conquista Manchú de China arrojó la muerte de 25 millones de personas; la guerra del opio en el siglo XIX declarada por los británicos dejó 60 millones de chinos muertos; la expropiación en el siglo XIX por el Rey de Bélgica Leopoldo I a los congoleños dejó 10 millones de muertos; la primera guerra mundial dejó 9 millones de militares y 14 millones de civiles muertos; la segunda guerra mundial dejó 25 millones de militares y 35 millones de civiles muertos (entre ellos, seis millones de ciudadanos europeos de fe judía); Stalin fue responsable de 40 millones de muertos; entre 1956 y 1962 la represión de Francia en Argelia dejó un millón doscientos mil muertos; la guerra de Vietnam entre 1964 y 1975 dejó 6 millones de vietnamitas muertos; la Revolución Cultural de Mao Tse Tung dejó 50 millones de muertos; el movimiento Pol Pot asesinó a dos millones de camboyanos entre 1975 y 1979; en 1994 el gobierno Hutu de Ruanda promovió la muerte de 800.000Tutsis, y cuando los Tutsis tomaron la capital mataron a 250.000 Hutus.

No sin muchas dificultades, se ha ido abriendo paso la necesidad de contar con una justicia internacional desde que en el siglo XIX se tipificaron como conductas lesivas para la comunidad internacional la piratería en alta mar y el tráfico de esclavos y drogas, que posteriormente la Convención de Ginebra de 1937 definió como crímenes internacionales. Ya el Tratado de Versalles de 1919 había creado un tribunal especial para juzgar al emperador alemán y último rey de Prusia Guillermo II por “ofensa suprema a la moral internacional y a la autoridad de los tratados”.

Acusados NAZIs del Tribunal de Nurembreg (1945)
Porsu parte, elTribunal de Nuremberg de 1945 introdujo la novedad de no solo juzgar delitos personales sino además los crímenes contra la paz, de guerra y contra la humanidad cometidos por una persona en el ejercicio de un cargo público o al servicio del estado. Y en 1948 se creó unTribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente, o Tribunal de Tokio. 

En 1945 la ONU se fijó como meta regular la “más grave expresión de crímenes contra la humanidad”, viabilizando la “Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio” de 1948, con el fin de conocer todo “actocometido con el propósito de destruir total o parcialmente un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. En este orden de avances, en 1996 la Comisión de Derecho Internacional aprobó el Código Internacional de Crímenes contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad, para juzgar los delitos de agresión, genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra, y crímenes contra el personal de Naciones Unidas, pero con el defecto de no haber previsto unos mecanismos de control y sanción en caso de incumplimiento.

En lo sucesivo se ha ido abriendo paso la incorporación de esos delitos a las legislaciones internas, la extradición y la jurisdicción universal, que consiste en que jueces nacionales juzguen, con base en su propia legislación, delitos cometidos en el exterior, por un extranjero, siendo la victima extranjera.Todo esto con la intención de evitar la impunidad de los crímenes contra la humanidad.

La justicia internacional marcha muy lento pero hay adelantos. De hecho, la primera sentencia en firme de la Corte Penal Internacional en sus diez años de funcionamiento, tiene fecha del 14 de marzo de 2012, contra el antiguo jefe de la milicia congoleña Thomas Lubanga por su reclutamiento de niños entre los años 2002 y 2003 para ser usados en combates o como esclavos sexuales.

Por su parte, el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia encarceló en el año 2001 a Slobodan Milošević por sus crímenes de guerra, contra la humanidad y genocidio, cometidos durante la guerra de Yugoslavia. Finalmente moriría en prisión en La Haya el 11 de marzo de 2006.

El 4 de marzo de 2009 la Corte Penal Internacional ordenó el arresto del presidente de Sudán, Omar Bashir, por crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en la región de Darfur. Bashir, que es el primer Jefe de Estado acusado de un crimen por la Corte, sigue libre ya que el tribunal no posee una fuerza policial propia. Y como respuesta expulsó de Sudan a una docena de ONGs que brindaban ayuda humanitaria a más de un millón de refugiados.

121 de las 196 naciones que conforman la ONU, han aceptado hacer parte de la Corte Penal Internacional, lo que representa un gran avance para la humanidad, aunque todavía falten 72 (entre ellos USA). Israel firmó el Estatuto de Roma, pero aún no lo ha ratificado. La Autoridad Palestina como no es un Estado de pleno de derecho de la ONU, sino un Estado miembro en calidad de observador desde 2102, no ha sido aceptado en la Corte a pesar de haber solicitado recientemente serlo para “este mismo año”.

Resulta un craso error responsabilizar del genocidio a los palestinos de Gaza a los cerca de 15 millones de judíos que existen en el mundo. De los cuales solo cinco millones habitan en Israel. Es inaceptable caer en esa trampa mediática. Los únicos responsables del genocidio son las autoridades del estado de Israel que lo han planificado y ejecutado. Tampoco se debe soslayar la cada vez más visible protesta de ciudadanos israelíes de religión judía contra los crímenes de guerra sistemáticos de su gobierno contra los palestinos.

Siempre he tenido un gran respeto por los fieles de la religión judía y por su contribución general a la humanidad en el campo de la filosofía, la economía y las ciencias. De los judíos he aprendido que el racismo, el apartheid y los crímenes contra la humanidad son incompatibles con la vitalidad de la experiencia espiritual del judaísmo.

Protesta frenta a la Casa Blanca
Por eso no me sorprenden las marchas y manifestaciones públicas de judíos en Jerusalem, Tel-Aviv y las principales capitales de Europa y Estados Unidos, que se pronuncian en contra del carácter confesional del estado de Israel y condenan las matanzas, atropellos, violación a los derechos humanos, y desplazamientos forzados que sistemáticamente viene adelantando desde 1948 contra los palestinos, a la vez que claman por que la justicia penal internacional actúe y castigue a los responsables, que es lo mismo que el Premio Nobel de la Paz palestino Yaser Arafat denunció ante el mundo con gran vigor hasta su muerte el 11 de noviembre de 2004.


.POSICIÓN DE LA MASONERÍA

Ya quisiéramos muchos que los Masones se pronunciara con una sola voz frente a los crímenes contra la humanidad. Lamentablemente, sus parcelaciones internas no se lo permiten. También hay quienes refugiados en el discurso de no participar en política ni en religión hacen pasar a la Orden de puntillas frente a los grandes temas de la humanidad.

Tampoco he podido saber cuál es la posición oficial frente al genocidio que han adoptado la Gran Logia del Estado de Israel y las Logias de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano y del Gran Oriente de Francia que funcionan en Israel y en los territorios Palestinos, sucesoras de las del Gran Oriente Otomano y de la Gran Logia de Palestina (borrada de la historia oficial) que funcionaron desde el siglo XIX hasta la consagración de la Gran Logia del Estado de Israel, el 20 de octubre de 1953. Parafraseando a Napoleón, podemos decir que tres siglos de historia en favor de la independencia de los pueblos del mundo interpelan a los actuales Masones.

Un genocidio no es un tema político ni religioso, así sus motivaciones tengan alcances y efectos políticos o religiosos. Un genocidio es un tema de la justicia. internacional. He oído y leído toda clase de miradas esotéricas, metafísicas, históricas, racistas, desde la negación, llamando “conflicto” al genocidio, Etc., para justificar el primer genocidio que la humanidad puede observar en directo y en tiempo real gracias a la televisión y a las redes sociales. Algunas de esas explicaciones rayan en la fantasía, el descaro o la ignorancia del tema. También, hemos sido testigo de la ofensiva mediática que trata de justificar lo injustificable.

Sin embargo, hay expresiones Masónicas públicas que se apartan de las “prudentes” equidistancias y las expresiones genéricas polivalentes, sacando la cara por la Orden. Por ejemplo: un grupo de Masones españoles de la Gran Logia de España denominado “+ del 8%”, emitió en el mes de julio de este año un comunicado (cuando apenas iban 192 palestinos muertos de los alrededor de 2.000 que según fuentes oficiales van al día de hoy) mediante el cual afirma que:

Los masones, no podemos permanecer impasibles ante la terrible incursión del ejército israelí en la franja de Gaza que tantos cientos de víctimas están generando. El gobierno israelí, debe reflexionar ante esta barbarie en la cual se están cometiendo los más horribles crímenes contra la humanidad, atentando contra la población civil y lo más execrable: están muriendo niños y niñas (a día de hoy, según UNICEF, 192).

Merece especial mención que pedimos a las Naciones Unidas que actúen contundentemente para forzar un alto el fuego inmediato y que el Estado de Israel sea sancionado por el abuso de la fuerza militar. También pedimos que los responsables de estas matanzas sean llevados al Tribunal Penal Internacional de la Haya para que sean juzgados por sus crímenes una vez identificados los culpables, desde la cúpula política hasta los altos mandos militares.

Por ello, queremos expresar que no seríamos masones si miráramos hacia otro lado. No sería propio de nuestra Orden y de los principios que una vez juramos defender con nuestra vida, callarnos ante el uso desproporcionado de la fuerza contra civiles, entre ellos niños, escuelas y objetivos no militares. (..)”

Si esto se presentó en el sector de la “regularidad” anglosajona de España, en el área liberal de la Masonería de ese país también observamos sus méritos. El 27 de julio de 2011, el “Espacio Masónico de España” (EME), constituido por la Gran Logia Simbólica Española, la Gran Logia Femenina de España, la Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano y el Gran Oriente de Francia (que tiene Logias en España), emitió el siguiente comunicado sobre la masacre que cometióAnders Breivik el 22 de julio de 2011 en Noruega con un saldo de 77 muertos y más de un centenar de heridos, especialmente adolescentes. El comunicado es del siguiente tenor:

El Espacio Masónico de España (EME) condena enérgicamente la masacre cometida el pasado viernes en el centro de Oslo y la isla de Utøya tras un doble atentado que, de manera brutal e injusta, acabó con la vida de casi un centenar de personas. Ciudadanos noruegos que involuntariamente han pasado a convertirse en víctimas homenajeadas de la mayor masacre que ha conocido Noruega desde la Segunda Guerra mundial por motivos xenófobos y racistas.

Así mismo, todos y cada uno de los Hermanos y Hermanas que conforman el Espacio Masónico de España expresan públicamente su apoyo y solidaridad incondicional a las familias de las víctimas y a todo el pueblo noruego en estos difíciles momentos de dolor y angustia.

Consternados ante tales hechos y ante determinadas informaciones relativas a que el autor material de los hechos pudiera ser, o hubiera sido masón, como institución destacamos que la francmasonería basa sus principios en el respeto hacia los demás y hacia uno mismo, es esencialmente filantrópica y de valores progresistas. Por tanto se manifiesta y es de per se totalmente contraria a cualquier forma de discriminación ya sea por razones de raza, sexo, religión u otros y totalmente contraria a cualquier forma de violencia, compartiendo la divisa universal de libertad, igualdad y fraternidad.

Bajo esta premisa consideramos oportuno hacer un llamamiento sobre las motivaciones derivadas de tales acciones ya que ponen de manifiesto una vez más la urgente necesidad que existe a nivel global de ejercer con responsabilidad política y social el fomento de opiniones y discursos relacionados con la diversidad cultural y religiosa en nuestra sociedad. (…)

En claro contraste, me ha sorprendido conocer un poema a favor del genocidio a los palestinos redactado por un Masón suramericano descendiente de rusos y de religión judía que emigró a Israel hace medio siglo por razones religiosas, en donde ha ocupado cargos importantes en la Masonería de ese país.  


Por mi parte, yo me adhiero a las palabras de los Masones españoles del colectivo “+ del 8%”, cuando piden que “…los responsables de estas matanzas sean llevados al Tribunal Penal Internacional de la Haya…”, (con mayor razón, porque el Estatuto de Roma que lo rige excluye la pena de muerte), ya que me parece que no solo es lo más coherente con nuestros juramentos y promesas, sino además lo más útil para la construcción moral, intelectual y espiritual del Gran Templo de la Humanidad, en que estamos empeñados.








LOS MASONES Y GAZA. UNA REFLEXIÓN NECESARIA (II)

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Por Iván Herrera Michel

“Hay veces... que sentimos el ansia de escribir a una alma oculta en las lejanías 
y que esa alma escuche nuestro llamamiento de amistad”. 
(Federico García Lorca)

Las reacciones que ha motivado mi publicación sobre el genocidio que adelanta Israel contra los palestinos desde hace 67 años, fue generando un sensible debate con epicentro en el rol que los Masones y las Masonas tendrían en este mediatizado siglo XXI.

En medio de todo, me ha sorprendido el tono exaltado de algunos Masones para imponer los clichés del gobierno de Netanyahu que afirman que, como los palestinos no hacen nada para contener los cohetes de Hamas, el ejército israelí se ve en la necesidad de masacrar periódicamente a miles de ellos, entre mujeres, niños y ancianos, además de hacer desaparecer barrios enteros, escuelas y hospitales de Gaza, con la esperanza de que caiga uno que otro miliciano de vez en cuando.  

Yo no puedo menos que condenar los crimenes practicados por el gobierno de israel, al tiempo que, como están los judíos injustamente sobre el tapete, expresar mi admiración de siempre por el aporte que ha hecho el judaísmo, tanto desde su espiritualidad religiosa, como desde su reflexión filosófica y su identidad civil, porque para mí está claro que lo uno no tiene nada que ver con lo otro.

Me explico con un rápido ejemplo: los judíos del mundo (ya sean de origen jázaro, semítico, etíope, etc.) a pesar de representar solo el 0.2% de la humanidad han obtenido el 23% de los premios Nobel, entre los cuales el 26% de los de física, el 27% de los de medicina, el 41% de los de economía, el 20% de los de Química, el 12% de los de literatura y el 9% de los de paz. Es decir, en las seis categorías que se conceden.  La lista no incluye hombres del nivel de Sigmun Freud, una de los más grandes intelectuales del siglo XX, y en el pasado podemos mencionar a filósofos de la talla de Maimonides y  Baruch de Spinoza.

En lo personal, suelo recomendar el trabajo de la filósofa política alemana Hannah Arendt, a quien el gobierno alemán le quito la nacionalidad en 1937, precisamente por ser judía.  Arendt dedicó parte de su labor al concepto de pluralismo y de inclusión del otro, y fue centro de una viva polémica cuando publicó el libro “Eichmann en Jerusalén. Un informe sobre la banalidad del mal” (1963)  sobre el juicio a Adolf Eichmann por el genocidio contra los judíos en la Segunda Guerra Mundial. Es un texto que gana actualidad cada vez que hay un genocidio, y que debería ser objeto de reflexión para el actual gobierno de Israel.
  
Por toda esa grandeza demostrada, no me sorprende en lo más mínimo que un grupo de cerca de 300 judíos sobrevivientes e hijos de sobrevivientes del Holocausto NAZI hayan firmado hace unos pocos días un documento titulado “¡Nunca más para cualquiera!” demandando el final del genocidio palestino, y denunciando que la masacre en Gaza mancilla la religión judía. 

Chapeau!, dicen los franceses.

Meliton, Obispo de Sardes
De igual manera rechazo la absurda persecución de la que en toda Europa han sido víctimas los judíos desde que Melitón, Obispo de Sardes, en la actual Turquía, en el año 150, creó el mito de que constituían un “pueblo deicida”, basado en una interpretación amañada de Mateo 27: 15 – 25, que relata la exigencia de Caifás y el pueblo judío de Jerusalén  a Pilatos para que condenara a Jesucristo. Sus palabras, que aún repiten no pocos fanáticos, fueron: “Dios ha sido asesinado, el Rey de Israel fue muerto por una mano israelita”. Los efectos históricos de estas palabras fueron tales, que 1.800 años después el Concilio Vaticano II debió dedicarle jornadas enteras a erradicarlas de los sermones cristianos.

El último mito antijudío en hacer aparición es el de sus “planes para dominar al mundo”, que personalmente me parece lo más sicótico que uno pueda encontrar en un debate sobre el desarrollo de la comunidad internacional actual.  

Hatta o kuffiya (Pañuelo tradicional palestino)
De igual manera, uno no puede incorporar al corpus del derecho internacional público, para negar al Estado de Israel su derecho a existir, el mito del “judío errante” - tan arraigado en el imaginario cristiano de occidente -, de acuerdo con el cual un judío habría sido condenado por Dios a “errar hasta su retorno” por haberle negado agua a Jesucristo en el Viacrucis. Tampoco es dable justificar la existencia del Estado de Israel porque su presencia constituye un paso anunciado en la Biblia para la segunda venida del Mesías cristiano. Como tampoco es de buen recibo que un estado se convierta, como decía el Premio Nobel portugués José Saramago, en un “rentista del holocausto”.  

Israel y Palestina son dos realidades actuales y deben ser incorporadas como miembros de pleno derecho, en términos de igualdad, al establecimiento internacional, y eso incluye la obligación común de someterse a la Justicia Penal Internacional cuando sus gobernantes incurran en crímenes contra la humanidad.

………………..

Bandera de Israel
En el campo Masónico, a muchos ha sorprendido, en claro contraste con la cordura del grupo de masones españoles “+ del 8%”,que  la Logia “Estrella de Israel”, con sede en Tel Aviv, se pronunció públicamente a favor del genocidio, lo que ha recordado a los amantes de las teorías conspirativas el fantasioso tema del “contubernio judeo / masónico”, del que tanto se sirvió Franco y que hasta Umberto Eco menciona en su novela de espías “El cementerio de Praga” (2010). Un argumento que podría perfectamente ser empleado para un best seller de Dan Brown y su posterior película de la Columbia Pictures, con Tom Hanks en el papel estelar, pero imposible de tener en cuenta como material de debate.    

Lo curioso del asunto, es que la Logia “Estrella de Israel" pertenece al Gran Oriente de Francia, que ha sido reiterativo recordando a sus miembros el compromiso de “no estar o haber estado adherido, o ser o haber sido simpatizante de una asociación o grupo que apele a la discriminación racial, a la violencia frente a la persona o grupo de personas teniendo como pretexto su origen, su pertenencia a una etnia o a una religión determinadas, y que propaguen o hayan propagado ideas y teorías que busquen justificar o animar el hecho de tal discriminación, odio o violencia”.

Acostumbrados como estamos, al ritmo perverso con que nos enteramos de la difícil situación global, a nadie debe sorprender que alguien quiera saber a qué se está dedicando una institución, que, como la Masonería, ha hecho los aportes que ha hecho en tres siglos, en seis continentes, en el campo medular de la política, el humanismo y las ciencias.

Temas para ocuparse no faltan: derriban un avión con 265 pasajeros en Ucrania, limpieza religiosa de chiíes, cristianos y yazidíes en Irak, 33 masacres en honduras en 2014, 51.2 millones de desplazados forzados en el mundo, 4.000 millones de personas en estado de pobreza, todos los días mueren 30.000 niños por causas evitables, 150 millones de niñas y 73 millones de niños esclavizados y explotados comercialmente, el 17% de los europeos carecen de alimentación, abrigo y vivienda, y sigue un largo Etc.

Naturalmente, la Masonería - como toda institución que se precie de contar con una posición

moral y una implicación social - también está interpelada, y en consecuencia muestra un comprensible impulso a pronunciarse con fundamento en los valores humanistas que ha defendido siempre. 

Una Masonería que no se quiere traicionar, no puede pendular al vaivén de la letra pequeña de las ediciones periodísticas, ni de lo que llamó Mario Vargas Llosa “La civilización del espectáculo” (2012). Más bien, los Masones deben estar atentos a una institucionalidad de calado que garantice la justicia, el respeto al pluralismo y la salvaguarda de las libertades, tanto individuales como de los colectivos, en todos los pueblos del mundo.

Del mismo modo que Ulises frente a las sirenas, hay que atarse muy fuerte de pies y manos al mástil Iniciático de la Orden para no sucumbir Mutatis mutandis al deseo de quedar bien con la opinión pública local o global. La Masonería debe llevar a una mayor toma de conciencia, a la transformación de la realidad, a la cimentación de un futuro con valores prevalentes, y a estar siempre orientado hacia la construcción de una humanidad más libre, más igualitaria y más fraternal.

Y en este camino, son piedras ineludibles para la construcción del Gran Templo de la Humanidad la dignidad humana, la libertad, la democracia, la igualdad, el Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos.






LOS ALTOS GRADOS ESCOCESES. LA EXPERIENCIA DE FASCREAA

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Palabras leídas en la Conferencia sobre “El REAA - Perspectiva Humanista de
Acción Transformadora”, celebrada el 6 de abril de 2014 (E:.V:.), en la
 “República de Parva Domus”, en el C:. de Montevideo, Uruguay, organizada por el Supremo Consejo del Grado 33 del REAA para la República Oriental del Uruguay.

Por Iván Herrera Michel
              
 (Saludos protocolarios y fraternales)
               
Tengo varios motivos para sentirme muy contento de estar hoy en el Cenit de Montevideo, entre mis Queridos Hermanos y Hermanas de vuestro Supremo Consejo y vuestro Gran Oriente.
           
El primero es la excesiva fraternidad con que siempre me han honrado mis QQ:. HH:. uruguayos, desde hace 10 años, cuando en el mes de abril del año 2004 por primera vez visitaba el GOFMU y sellaba con mi Q:. H:. Elbio un pacto por la unión de la Masonería liberal americana que aún se encuentra vigente y con tareas pendientes. 
              
En esos días Elbio partía hacia Sao Paulo, en Brasil, para fortalecer la recién creada “Confederación Interamericana de Masonería Simbólica” (CIMAS) y yo viajaba a Santiago de Chile en donde habría de resultar elegido como el primer Secretario General de la “Conferencia Masónica Americana” (COMAM).  En lo sucesivo, ambos trabajamos con mucha generosidad, grandeza, desprendimiento y altitud de miras por la unión de CIMAS y COMAM, que es una necesidad que aún posee plena vigencia, y que más temprano que tarde veremos porque la semilla está sembrada en el terreno siempre fértil del corazón de la mayoría de sus miembros. 
                   
Otro motivo especial para regocijarme por mi visita a estas tierras lo constituye el reconocimiento que tengo que hacer del Cenit de Montevideo, como el de la cuna de la Federación Americana de Supremos Consejos del REAA (FASCREAA), en el conocimiento de que este punto de encuentro Masónico adogmático de Jurisdicciones escocistas de América germinó a partir de la convocatoria que hiciera el Supremo Consejo del Grado 33° del Rito Escoces Antiguo y Aceptado para la República Oriental del Uruguay, al 1° Encuentro de Altos Grados en el mes de septiembre del año 2005.    
                 
También, he estado recordando en estos días cuando asistí como conferencista invitado, en
Elbio Laxalte, SGC del SC del Gr 33
del REAA para laRep. Orient. del Uruguay
Montevideo, al 3° Encuentro de Altos Grados, en el año 2008, en el marco de los actos conmemorativas del décimo aniversario del GOFMU, en el que se acordó, siendo testigo de excepción el IPH:. Alain de Keghel, institucionalizar estas citas en la próxima reunión, que para mayor suerte mía, se llevó a cabo en el año 2009, en el Cenit de Barranquilla, Colombia, que es mi ciudad, y se me eligió como Presidente de FASCREAA.  En esa oportunidad ofició como anfitrión el Supremo Consejo OMEGA del REAA para la República de Colombia.
                 
Por todo lo anterior, y como Presidente de FASCREAA rindo tributo de admiración y agradecimiento histórico al puñado de Masones y Masonas uruguayos que hace nueve años concibieron y crearon en el Cenit de Montevideo el primer y único espacio que ha existido en el hemisferio occidental para que se reúnan en plena libertad de conciencia los Supremos Consejos del REAA que conciben la tradición Masónica desde una óptica liberal, laica y adogmática. 
                  
Desde entonces mucha agua ha corrido bajo los puentes de la Masonería, y a FASCREAA hay que reconocerla a partir de las Grandes Constituciones de 1762 y 1786 (E:. V:.), desde sus reformas de Lausana de 1875 (E:. V:.), desde la “Declaración de Ginebra” promulgada en el XVIII “Encuentro Internacional de Altos Grados Escoceses”, del 5 al 8 de mayo del año 2005, y naturalmente, desde su propia Declaración de Principios aprobada en el mes de septiembre del año 2013 en el Cenit de Mendoza, Argentina.
                  
Pero no solo desde sus grandes documentos referenciales se reconoce a FASCREAA, sino además, y esto es lo más importante, desde el propósito tradicional de un proyecto Iniciático sucesivo relacionado necesariamente con la laicidad como espacio común en el que puede y debe desarrollarse en plena libertad la pluralidad de concepciones filosóficas, racionales y metafísicas que han acompañado a la humanidad desde siempre.  Y de igual manera, a amplios sectores de la Masonería.
                
En este sentido, cuando las jurisdicciones de Altos Grados, reunidas en el Cenit de Ginebra, en Suiza, por decimoctava ocasión, acordaron su “Declaración” del año 2005, dejaron bien claro que había “llegado el momento de marcar una nueva etapa tras la Declaración hecha en Lausana hacía ya 130 años en un contexto Masónico internacional diferente”.
                     
No de un modo diferente al laicismo, se puede entender cómo, Grado a Grado, contenido tras contenido, doctrinas tras leyendas, alegorías tras religiosidades, metáforas tras símiles, racionalidades tras espiritualidades, siervos tras ciudadanos, Maestres tras Reyes, podemos ocuparnos en cada ocasión de un rol distinto. 
                     
Lo iniciático del REAA nos obliga a ubicarnos en una perspectiva desde la que podamos observar el conjunto sin implicarnos personalmente con una de las partes, pero, eso sí, al mismo tiempo consustanciándonos con el conjunto de una manera progresista, y sin presumir de nuestras opiniones.  Es decir, siendo adogmáticos.
                    
FASCREAA funciona a partir de un grupo de Supremos Consejos inmersos en circuitos conceptuales que, moviéndose entre el mito legendario y el entorno histórico, no son ajenos a la realidad que vivimos.  Y por lo tanto, no conciben el REAA como una burbuja separada de ella.
                 
De todos estos textos, yo suelo recomendar a mis QQ:. HH:. una reflexión muy detenida sobre el numeral primero de la Declaración de Principios de FASCREAA, porque me parece que además de ser su contenido un componente medular de nuestra tradición Masónica, es un mecanismo transversal imprescindible al momento de abocar la puesta en escena de los Grados escocistas.
                        
En efecto, en el Cenit de Mendoza, FASCREAA declaró como uno de sus Principios el de “Reafirmar con visión contemporánea el carácter iniciático, tradicional y progresivo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y la fidelidad a los antiguos usos y costumbres de la Masonería
                  
Como vemos, en este párrafo expositivo, las dos oraciones que contiene, expresan como idea cardinal la de la “visión contemporánea” en armonía con la “fidelidad a los antiguos usos y costumbres”.  
                           
Miryan Tardugno, Lugarteniente Gran
Comendadora  del SC del Gr 33 del REAA para la
Rep. Orient. del Uruguay 
Para quienes pertenecemos y tenemos en alta estima una institución que se basa en la tradición, y al mismo tiempo tenemos la necesidad de preguntarnos por lo trascendental del momento en que vivimos, y tratamos de entender nuestras dificultades actuales, este inicio del siglo XXI nos estimula a considerar que la historia de la humanidad se adentra en una nueva etapa de grandes cambios, con la seguridad de que cualquiera que sea su particularidad, de todos modos ellos competerán al hombre y a sus formas asociativas.   
                 
Los siglos XVIII, XIX y XX, que son en los que ha existido la Masonería, han encarnado una época decididamente más llena de transformaciones que cualquiera otra de la historia de la humanidad.  
                    
Pareciera, por el conjunto de convulsiones, revoluciones y guerras que hemos vivido en estos últimos tres siglos, que una parte de la humanidad era consciente de las evoluciones que estaba sufriendo el mundo. 
                    
De la misma manera, para los Masones del siglo XXI no es una opción constructiva el mirar ese mundo con la visión de la edad media o del renacimiento, por ejemplo, apartándose de la visión contemporánea. 
                     
De ahí, que haya que entender a la Masonería, y, dentro de ella al REAA, con un discurso que consulte la naturaleza real de los cambios, así como sus motivaciones, más allá de sus características temporales, con un enfoque laico que admita que estamos en medio de procesos que están entramando un nuevo estado de cosas que, sin desprenderse en lo fundamental de las anteriores, debemos asumir sin dogmatizar nuestras convicciones.
                
Esta postura requiere repensar permanentemente entre la incertidumbre y el laberinto los problemas del presente, enfrentando niveles complejos de ambigüedad, pero en permanente diálogo con nuestros usos y costumbres.  Y sin decepcionar a nuestros QQ:. HH:., que han nacido o han crecido en la era digital, con todo lo que esa circunstancia civilizacional contribuye a la reformulación de las conductas y de los comportamientos sociales de los actuales y futuros Masones. 
                    
Por suerte, la especificidad propia de la concepción liberal y adogmática del REAA, permite ir orquestando con relativa facilidad las cuestiones emergentes de una manera integradora y arraigada en el pasado, a partir de los debates que se presentan en las Tenidas rituales y de Masticación sobre el contenido y los alcances de cada Grado.
                      
Logo de la Republica del Parva Domus
Frente a esta manera filosófica y personal de idear un mundo, en lo social y político los totalitarismos y los despotismos, se presentan como frenos al fluir espontáneo de la voluntad soberana de un pueblo que desea gobernarse por valores y principios que giren en torno a las libertades individuales y los derechos de los colectivos.  De allí, que acompañando a la laicidad, el modelo republicano y la democracia liberal como forma de gobierno nos sean tan caros.
                  
Los Masones, y en especial la formación iniciática que brinda el REAA, en su versión liberal y adogmática, son incompatibles con la pereza mental, y requieren esfuerzos que simplemente hay que hacerlos. 
                   
El REAA forma hombres y mujeres comprometidos con la felicidad humana desde el reconocimiento de sus derechos y libertades, desde su irrenunciable igualdad social y en plena solidaridad.
            
Los escocistas son hijos del espíritu de los tiempos. Con sus luces y con sus sombras.  Nuestra Iniciación tradicional sucesiva nos ofrece el bouquet de la historia.  El REAA contiene lo intangible de nuestras sociedades.  Lo impalpable de nuestra alma colectiva.   Y una oportunidad para todos.     
                
Muchas gracias a todos.
      
          
IHM.
C:. de Montevideo, Uruguay

Abril 6 de 2014 (E:. V:.) 
             
             
                 

EL SIMPOSIO MASÓNICO DE NEW JERSEY

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Por Iván Herrera Michel


La celebración de un encuentro anual de Masones pertenecientes a Obediencias de carácter hispano que han levantado Columnas en los Estados Unidos de América era un asunto pendiente desde hace mucho tiempo, por la ya significativa presencia de la Orden en esa nación.  La fecha era casi obligatoria que se fijara entre el 15 de septiembre y el 15 de octubre, en que se celebra cada año el “Mes Nacional de la Herencia Hispánica" desde 1968.

Durante este periodo se recuerda el aporte que los inmigrantes de México, Centroamérica, el Caribe y Suramérica han hecho al desarrollo social y al crecimiento económico de los Estados Unidos.  Hoy suman alrededor de 53 millones, a los que hay que añadir 12 millones de indocumentados.  El crecimiento ha sido tan notorio que ya hay dos Estados (Nuevo México y California) en los que son mayoría.

En California, los negocios de los hispanos aportan anualmente más de US$100.000 millones al tesoro del estado, y su poder de compra combinado en todos los Estados Unidos, es de aproximadamente US$1,300 billones de dólares anuales.

En cuanto a la Masonería, durante el siglo XX la dinámica hispana fue conformando Grandes Logias y Supremos Consejos del REAA, que hoy cuentan con mayor presencia en California, Nevada, Florida, Nueva York y New Jersey.  Pero existen Grandes Logias y Logias en por lo menos una tercera parte de los Estados de la Unión.  Al respecto, no conozco estadísticas oficiales, pero me atrevería a pensar, por mi observación directa “In Situ” durante varios años, que la mayoría de sus miembros provienen de México, Cuba y Perú, aunque conozco colombianos, chilenos, dominicanos, puertorriqueños, salvadoreños, argentinos, Etc.  Muchos de ellos Iniciados en sus países de origen y otros en Talleres en los Estados Unidos.

Es una Masonería que convive con las alegrías y las dificultades de los inmigrantes hispanos, y naturalmente también está pendiente del comportamiento del empleo y de los salarios, la educación, la salud, las leyes de inmigración, Etc., que afectan a su comunidad, con la esperanza de que la situación mejore, y especialmente que a los indocumentados se les brinde la oportunidad de acceder al sueño americano.

En este marco social y Masónico, La Gran Logia Universal Mixta de Libres y Aceptados Masones de Habla Hispana en los Estados Unidos de América celebró los días 18 y 19 de septiembre de este año, el Tercer Simposio Masónico, que contó con una apretada agenda de 18 conferencias, con sus respectivas preguntas y respuesta.  Algo realmente maratónico que habla muy bien de la dedicación al trabajo de los Grandes Maestros, Grandes Maestras y Soberanos Grandes Comendadores que asistieron al Hilton Hotel, de Hasbrouck Heights, en el Estado de New Jersey. 

El tema central de reflexión fue el de la “Sinergia Masónica”, que es lo que en definitiva simboliza el enjambre de abejas para la Masonería. Y en honor a la verdad, igualmente hubo tiempo para la firma de Tratados interobedienciales, una Tenida Magna de Ocasión y una elegante cena de Gala. 

Gran Maestro Benjamín Sabido
He tenido el honor de haber sido invitado y asistir a dos de las tres citas anuales que lleva el Simposio de New Jersey, y he podido observar no solo su evolución y consolidación, sino también el interés que su pertinencia ha despertado. En esta ocasión, contó como invitado especial al Presidente de CLIPSAS, Louis Daly.

Al Muy Resp:. Gran Maestro mexicano, Benjamín Sabido, y a su diligente equipo de trabajo, en el que destaca por su dinamismo su propia esposa colombiana, Q:. H:. Gloria Sabido, no queda sino felicitarlos, porque esta emblemática experiencia de “Unir lo que está disperso” en los Estados Unidos de América, promete sembrar la semilla del fortalecimiento de la Cadena Fraternal de las Masonerías que trabajan en Lengua castellana en ese territorio. 


Que así sea!

MASONES EN EL AFRICA AMERICAN DAY PARADE

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Por Ivan Herrera Michel
  


Asistiendo al Seminario Masónico de New Jersey, tuve el honor de ser invitado a acompañar a 12 Grandes Logias de negros de Nueva York, en el 45° Africa American Day Parade, en Harlem, al norte de Manhattan, en esa ciudad, el domingo 21 de septiembre de este año, encabezado por el Alcalde Bill De Blasio, entre otras personalidades. Invitación, que he agradecido infinitamente.
               
En el desfile participaron 176 organizaciones sociales, Masónicas, académicas, sindicales, iglesias, fraternidades, Etc. Entre las cuales estaban diecinueve Obediencias Masónicas de negros con base en Nueva York. El Africa American Day Parade fue creado en 1968, como una organización independiente bajo el concepto de voluntariado, y se ha convertido en el más grande desfile de negros de los Estados Unidos de América. Este año contó con la impresionante cifra de 900.000 personas.
          
A los Masones les correspondió marchar en la segunda división, en la calle 112, lado oeste, participaron oficialmente las siguientes doce Grandes Logias, cuatro Supremos Consejos, un Gran Consistorio y dos asociaciones interobedienciales de Masones con sede en Nueva York, todos decorados con Mandiles, Collarines, Bandas, Etc.:
           
Omega Grand Lodge, Tyree Grand Lodge, St. John Grand Lodge, Prince Hall Grand Lodge, Enoch Grand Lodge, Ezekiel Grand Lodge, Hiram Grand Lodge, King Solomon Grand Lodge, New Amsterdam Grand Lodge, NY State York Rite Grand Lodge, Rose of Sharon Grand Lodge, First Scottish Rite Grand Lodge, Universal Masonic Brotherhood, Brotherhood of Grand Lodges, Empire State Grand Council, Pan Hellenic Council of New York, Grand Council of Scottish Rite, Grand Council of Shriners, Grand Consistory of New York.
           
Mucha agua ha corrido desde que en el siglo XIX Albert Pike dijera que prefería retirarse de la Masonería antes que llamar Hermano a un negro, y desde que Prince Hall se constituyera en el gran referente y la principal fuente de inspiración de la Masonería afroamericana de los Estados Unidos de América. Hoy el sector de Grandes Logias Prince Hall se encuentra muy fortalecido (una en cada estado de la unión), al igual que las cientos de Grandes Logias de negros esparcidas por el país, que se han ido derivando directa o indirectamente de ellas.
                    
MRH:. Prince Hall
Pero no todo es aún color de rosa para los Masones negros de USA. Pongamos por caso, el de la treintena de Grandes Logias Prince Hall que han sido “reconocidas” en los últimos años como “regulares” por la Gran Logia Unida de Inglaterra, y todavía no reciben invitación a las reuniones anuales de Grandes Maestros de Norteamérica, ni tampoco a las reuniones de Grandes Logias Regulares del Mundo. Lo cual, sin lugar a dudas, sigue representando un monstruoso caso de discriminación racial al interior de la orden, contrario a sus principios más caros.
                             
Con el Africa American Day Parade se recuerdan las dificultades que millones de ciudadanos negros han enfrentado en USA, tales como la segregación, los prejuicios y la pobreza, a la vez que se celebran sus aportes a la vida cultural, intelectual, económica, científica, deportiva y política del país, hasta llegar a la Presidencia de Barak Obama, en medio de una larga y dolorosa lucha por sus derechos civiles, que todavía no termina.
                      
Hoy, a pesar de que los negros en USA representan el 14% de su población, y conforman la segunda minoría nacional, después de la de los hispanos, que suman el 17%, en la sociedad estadounidense siguen válidas las palabras de Martin Luther King cuando dijo: "Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”. Y en la Masonería de ese país, mantiene vigencia la doctrina de “iguales pero separados”.
        
Para terminar estas líneas, deseo comentar que en Nueva York conocí la existencia de una Hermandad Masónica (Masonic Brotherhood) constituida desde hace unos diez años por quince Grandes Logias de negros de esa ciudad, que se reúnen mensualmente en restaurantes para discutir sobre un tema, organizar su participación en el Africa American Day Parade, festejar el día de San Juan Bautista, programar un Baile de Gala para recaudar fondos destinados a obras sociales, Etc.  Al parecer, existen varios "Brotherhood" para "Unir lo que está disperso" en la Masonería de los Estados Unidos.
                                 
Todo un ejemplo de fraternidad para los Masones y Masonas de aquellas ciudades en donde funcionan dos o más Grandes Logias, que sin importar si son de blancos, negros, mestizos, mulatos, hombres o mujeres, tienen en alta valía la doctrina de “iguales pero separados”. 
               
O como suelen decir en mi tierra, “iguales… pero no tanto”.
                
           
               




  

NACE LA GRAN LOGIA FEMENINA DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA

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Por Iván Herrera Michel

Mucha agua ha corrido bajo los puentes de la Masonería desde que el 26 de marzo de 1826 levantó Columnas la Gran Logia Nacional Mexicana "La Luz", y al amparo del recién instituido Rito Nacional Mexicano,ofreció por primera vez la Iniciación Masónica a la mujer en plena igualdad con el varón, constituyéndose en la primera Obediencia mixta de la historia.

Casi dos siglos después, difícilmente podemos encontrar un país en el que la Masonería tenga presencia, en el que no exista una Gran Logia mixta.  Paralelamernte, los cálculos más conservadores hablan de unas 50 naciones en la que existen Grandes Logias exclusivamente femeninas.  Y hasta puede uno fácilmente distinguir en el planeta Masónico femenino los matices de una escuela francesa, una inglesa, una africana y una latinoamericana.

La confederación de Grandes Logias femeninas más antigua es indudablemente el “Centro de Enlace Internacional de la Masonería Femenina” (Centre de Liaison International de la Masonnerie Femenine – CLIMAF -), fundado en París, en el año 1982, por un grupo de Bélgica, Francia, Italia, Portugal, Suiza y Grecia.

Pero América no se ha dormido en sus laureles.  El Primer Coloquio y Asamblea General de la “Federación Americana de Masonería Femenina”, celebrado del 3 al 5 de octubre de 2013 en el Or:. de Buenos Aires, Argentina, reunió a cuatrocientas Masonas de Grandes Logias exclusivamente femeninas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Méjico, Uruguay, Venezuela, Perú, Aruba y Panamá.  De Colombia asistió una Delegación de Masonas de la Federación Colombiana de Logias Masónicas, como única Obediencia Masónica mixta invitada al evento.

En Colombia el mérito del primer Levantamiento de Columnas de un Taller mixto lo posee la Orden Masónica Mixta Internacional “El Derecho Humano” (DH), con la Logia No. 623 “Sol de Colombia J. B. Acuña”, en 1937, quefuncionó hasta el 9 de abril de 1948 cuando el periodo de la violencia liberal/conservadora que siguió al asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, generó tales temores entre los Masones bogotanos que se prefirió no reunirla de nuevo.  Este Taller colombiano aparece en el libro "Le Droit Humain International 1913 - 1947. De l’éveil à la mise en oeuvre", escrito por Marc Grosjean, ex Gran Maestro del DH, y publicado por Editions Detrad aVs, París, 2002. 

En lo sucesivo la Masonería permaneció masculina en Colombia, hasta que nuevamente el DH, en la década de los 80s del siglo pasado, volvió a Levantar Columnas de Logias mixtas, contando hoy en día con Logias en Barranquilla, Villa de Leiva, Bogotá, Pereira, Cali y Bucaramanga.

Igualmente, el Gran Oriente Latinoamericano (Gola) tuvo a principios de la primera década del siglo XXI una Logia mixta en Pereira denominada “Fraternidad Lauterina” y otra en Santa Marta, bajo el título de “Simón Bolivar”.  Ambas en sueños.

Pero el primer adelanto de la Masonería netamente colombiana, en lo que se refiere a la igualdad de género al interior de la Orden, lo constituyó la aparición, en el año 2007, en Barranquilla, de la "Federación Colombiana de Logias Masónicas", con Carta Patente del "Gran Oriente de Francia".  Seguidamente, iniciaron mujeres la Gran Logia Central de Colombia, la Gran Logia del Norte de Colombia, la Gran Logia del Caribe Colombiano y la Gran Logia Soberana de la República de Colombia (del grupo UMSOY).  Por su parte, el Gran Oriente de Colombia recibe a las Masonas solo de visita.

Ahora un nuevo suceso se anuncia en la red relacionado con el rol de la mujer en la Masonería colombiana, como es el de la instalación el once de octubre de 2014 de la “Gran Logia Femenina de la República de Colombia”, por parte de una Delegación de la Gran Logia Femenina de Rumanía (1922) - la segunda en antigüedad del mundo después de la inglesa que nació mixta en 1908 y se convirtió en femenina en 1920 -, que le entregará Carta Patente “para la práctica del Rito Escocés Antiguo y Aceptado por los tres primeros Grados”.  Las tres Logias femeninas constituyentes de la nueva Obediencia llevan por nombre los de “Manuela Beltrán”, en Bogotá, “Cacica La Gaitana”, en Barranquilla, y “Simona Duque de Álzate”, en Medellín.  O sea, el de dos heroínas de la independencia nacional y una indígena que lideró su pueblo en contra de la conquista española.

Es de esperar que la Masonería colombiana siga evolucionando, como corresponde a un mundo en permanente y acelerado movimiento.  Puede ser que veamos en el futuro más de una Gran Logia femenina en el país, como sucede en México, Brasil y Argentina, para citar unos pocos países de la región, o como en Francia e Italia, para traer a cuento un par de ellos del viejo mundo. 

En lo personal, y luego de haberme Iniciado y trabajado durante años en Logias masculinas, soy un firme partidario del trabajo mancomunado de las mixtas del que disfruto actualmente, pero no puedo dejar de admitir que existen Masones y Masonas que prefieren los Talleres monogéneros, exclusivamente femeninos o masculinos.  Y además, debo reconocer que tienen todo el derecho del mundo de hacerlo.

De todos modos, y cualquiera que sean las circunstancias que enmarcan el nacimiento de la Gran Logia Femenina de la República de Colombia, solo cabe desearle buen viento y buena mar, porque “la mies es mucha y los obreros son pocos”.









LA UTOPÍA DE LA UNA MASONERÍA PROGRESISTA

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Glosas marginales


(Trazado leído el 21 de agosto de 2015 en el 8° Coloquio de la “Confederación Interamericana de Masonería Simbólica (CIMAS)”, reunida en el Or:. de Cajamarca. Perú)


Por: Iván Herrera Michel

Mis QQ:. HH:.

Recientemente he leído un libro que me pareció muy interesante con el sugestivo título de “El Año del Verano que nunca llegó”, publicado hace unos tres meses por el escritor colombiano William Ospina.

No lo quiero mencionar ahora para resaltar como 1816 fue un año que no tuvo ni primavera, ni verano ni otoño, sino un largo invierno de 365 días como consecuencia de la erupción de un volcán en Indonesia, lo cual de por sí ya es un hecho extraordinario que en época de calentamiento global nos sugiere reflexiones sobre el medio ambiente en la misma línea de las que hicimos en el mes de marzo de 2009 aquí mismo en el Perú, en el Or:. de Iquitos, en plena selva amazónica, en el Coloquio internacional que sobre la Crisis del Medio Ambiente se desarrolló en el marco de la celebración del 32º Aniversario de la Gran Logia Oriental del Perú, siendo su Gran Maestro nuestro Il:. H:. Walter Vargas Portocarrero, y que contó con la presencia de la “Confederación de Grandes Logias Masónicas del Perú” – CONFEGLOMAS – y de la “Confederación Interamericana de Masonería Simbólica” – CIMAS -.

Lo traigo a cuento, motivado por el asombro que me produjo que en una residencia a orillas del Lago Lucerna en Suiza, conocida como Villa Diodati, en una noche fría que duró tres días, e impulsados por un espontáneo concurso casi mágico de cuentos de terror concebido para pasar el tiempo por Lord Byron y Mary Shelley, nacieron las leyendas del vampiro y de Frankenstein que tanta tinta han derramado desde entonces. 

William Ospina es muy expresivo cuando dice que le “sorprendió que la erupción de un volcán a mediados de 1815, en Indonesia, hubiera sido una de las causas eficientes del nacimiento en Occidente de la moderna leyenda del vampiro y de la pesadilla del ser viviente hecho con fragmentos de cadáveres.” Dice que sintió“el extraño agrado de ver cómo se unían en una sola historia, que presentía vagamente, las vidas de Byron y Shelley con la catástrofe de una erupción volcánica en los mares del sur, con un tsunami en las costas de Bali, con esa nube de azufre y ceniza y cristales volcánicos que ennegreció el cielo de la península de Indochina y que los monzones se fueron llevando hacia el norte, desatando el cólera en la India y ahogando muchedumbres en las inundaciones del Yangtsé y del río Amarillo. Aquella historia unía cosas extremas, abarcaba medio mundo, conjugaba fenómenos geológicos y meteorológicos con hechos históricos, personajes literarios y criaturas fantásticas.”

Son momentos prodigiosos de la historia. Extraordinarios. Y hasta milagrosos podríamos decir.

El 24 de junio de 1717 es otra de esas fechas asombrosas. Casi irrepetibles. Un puñado de hombres acostumbrados a los placeres y a las discusiones acaloradas de las tabernas inventó una institución muy rara, cuyos miembros un siglo después habían potenciado las ciencias experimentales, eran indisoluble con la explosión humanista que se llamó la Revolución Francesa y en el hemisferio occidental habían liberado un continente que se extendía desde un polo hasta el otro. 

¿Cómo pasó esto? Para mí la médula del hueso reside en el Latitudinarismo en boga en esos años. Se filtró a las tabernas y resultó muy útil para los buenos bebedores que no querían pelearse definitivamente con sus contertulios de cada semana o de cada quince días con quienes se reunían a tomar unas copas y hablar de todo lo divino y lo humano. El otro pacto tácito de las tabernas - y de la Masonería, ¿porque no decirlo? - sigue siendo que lo que sucede en las tabernas se queda en las tabernas. Y lo que pasa en las Logias se queda en las Logias. Es lo que conocemos como sigilo Masónico.

“Latitudinarismo” es como se llamó una escuela de pensamiento teológica conciliadora y tolerante que nació bajo el alero del anglicanismo del siglo XVII para que quienes sostuvieran opiniones diferentes y hasta contradictorias no se mataran por ellas ni mataran a mas nadie. Hoy diríamos que sus cultores eran teólogos de mente abierta. Y que lo que comenzó en un ambiente cristiano de mutua tolerancia hacia las diferentes facciones poco a poco pasó a ser una tendencia filosófica de manga ancha que buscó, en palabras de Anderson, “unir lo disperso” en la sociedad.

En últimas, esta nueva manera liberal de pensar fue una reacción a la imposición de un
pensamiento único que en el siglo XVIII desembocó en la defensa de la libertad de pensamiento y de conciencia, la tolerancia frente al diferente, la libertad de culto y el adogmatismo en lo doctrinal.

Fue la mano que meció la cuna de una Masonería inicial cuyos miembros al multiplicarse se unieron en redes sociales por áreas de interés e hicieron lo que hicieron en trescientos años a partir de aquel Big Bang de 1717, y aunque hoy no hablemos de Masonería “latitudinaria”, para referirnos a esta forma de concebir las cosas, si nos referimos a la vieja y reeditada escuela con los motes de Masonería “liberal”, “adogmática” y “´progresista”. Y hay que reconocer que en el camino se ganó no poca furia y aplausos por su tributo a la libertad de pensarse a sí mismo y al gobierno de las sociedades, y que cada gobierno que quiso seguir siéndolo indefinidamente puso sus ojos en la Masonería.  
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 QQ:. HH:.

Reiteradamente me invitan a compartir algunas reflexiones sobre lo que entiendo por Masonería progresista y/o adogmática, así como por Masonería dogmática.

En realidad, son dos calificaciones propagadas en la retórica de la Orden desde hace tres décadas, que se vienen a sumar a las que había acumulado desde hace tres siglos. Esta vez, como resultado de una nueva reflexión sobre la autarquía, que bajo el pretexto de la “regularidad” (en su significación anglosajona) se observa aquí y allá.  

Suele encontrarse en la literatura Masónica que se califica a Grandes Logias como dogmáticas o progresistas a partir, principalmente de su disposición frente a la Iniciación de las mujeres, las visitas de las Masonas, el posicionamiento frente al “Gran Arquitecto del Universo”, la creencia en la existencia de un “ser supremo” y la presencia en los trabajos de un libro considerado sagrado.

Sin embargo, la calidad de progresista o dogmática de una Obediencia Masónica, ya sea simbólica o filosófica, no se circunscribe a estos temas. Va mucho más allá.

Si una Obediencia Masónica Inicia mujeres y varones en igualdad de condiciones, e impone concebir los Landmarks de una determinada e irrefutable manera, es claro que se trata de una mixta que está practicando una Masonería dogmática.

De igual manera, una Gran Logia femenina o mixta que aplica mandamientos en vez de hacer sugerencias, no incentiva la libertad de pensamiento y de conciencia en sus integrantes, sino que los adoctrina, es claro que es una institución dogmática sin importar la orientación sexual de sus miembros.

Si por el contrario, la Obediencia Masónica en cuestión, ya sea masculina, femenina o mixta, deja en libertad a sus Talleres para convocar una reflexión crítica sobre los referentes que asumen como Masónicos, es claro que se trata de una Gran Logia de pensamiento adogmático y progresista, indistintamente del género de sus integrantes.

En un pensamiento Masónico progresista, los símbolos y las herramientas son interpretados instrumentalmente y no poseen un valor en sí ni un significado prefijado. Ya que un símbolo puede significar algo distinto a cada Masón, como consecuencia de las circunstancias y la historia personal de cada uno de ellos. Son continentes, cuyos significantes pueden avocarse desde la perspectiva crítica de que la Masonería y los Masones son algo perfectible.

La naturaleza progresista o dogmática puede ser medida, por ejemplo, por la cantidad de libertad que otorga a sus miembros para pensar la realidad Masónica, para juzgar su presente valorándolo desde el “deber ser” y por el propósito de sus especulaciones en un mundo en donde la evolución de la Orden se concibe como una exigencia de las antiguas orientaciones filosóficas y organizativas que conocemos como Landmarks, con la convicción de que las Masonas y los Masones de hoy pueden realizar un cambio necesario en igualdad de condiciones que los de antaño. Precisamente, en cumplimiento y aplicación de una concepción evolutiva impuesta por esos mismos Landmarks originales, así como de una lectura no prejuiciada de las Constituciones de Anderson de 1723.

Es una concepción de progreso Masónico que implica una variación en el sentido positivo de mejoramiento, en la que la vieja premisa de libertad, Igualdad y fraternidad - que son de las más grandes esferas del pacto Masónico - es armónica con una sociedad contrahegemónica, diversa e incluyente regida por principios de equidad, justicia, solidaridad, paz, etc.

Podemos afirmar también que la superestructura ideológica determina la estructura de poder, de tal forma que encontramos a lo largo y ancho del planeta Obediencias Masónicas - tanto en el Simbolismo como en los Altos Grados - en donde el concepto de jerarquía se concibe ya sea emanado de funciones previamente definidas y delegadas expresamente por una asamblea democrática, o fundamentadas en líneas rígidas de mando similares a las que distinguen a las jerarquías eclesiásticas y militares.

Una Masonería dogmática posee en sí misma un espíritu conservador que se relaciona con las fuerzas que se oponen al cambio y con los esquemas de control y poder coercitivo que tratan de mantener el estatus quo. En ese ámbito, la prohibición de atentar contra el dogma o cuestionar los mandatos de la autoridad en ejercicio, es absoluta. Por ello, la propuesta conservadora se limita a la repetición de los significados aceptados y se valida por la aprobación que de ella hace una elite dominante.

Mientras tanto, el pensador progresista define su postura filosófica de acuerdo con su personal esquema ético y se valida por los designios de su propia conciencia particular. Su teoría se basa en la posesión y disfrute de la libertad personal de la mano con su responsabilidad individual, en cuya ausencia esa misma libertad sería inconcebible. Es un asunto que se relaciona con la cantidad de libertad y responsabilidad íntima e institucional que se permite.

Una postura progresista no consiste, por ejemplo, en promover la Iniciación de mujeres para practicar sin distingo de género los antiguos dogmas que han acompañado a algunos sectores de la Orden. Eso es seguir haciendo lo mismo, pero con mujeres.

La posición adogmática, consiste en asumir un pensamiento, tanto por varones como por mujeres, juntos o por separados, que aleje toda afirmación formulada de forma obligante, derivada de un absoluto o impuesta por la vía de la autoridad.
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QQ:. HH:.

Recuerdo que Charles Porset, unos de las más importantes referentes intelectuales del Gran Oriente de Francia de los últimos tiempos, un mes antes de pasar al Oriente Eterno en el mes mayo de 2011, me aseguró muy rotundamente que en resumidas cuentas el fin y el objeto de la Masonería es “la realidad”.

En verdad, la Masonería y los Masones deben ser juzgados por como iluminan sus entornos. Como lo perciben, como lo sienten y como se implican. Esta característica es uno de los factores más importantes a la hora de crear atmosferas y de crear connotaciones. La Masonería progresista provoca en la sociedad conciencia y genera emoción. Diseña lenguajes y planteamientos y reclama cuidados, comunica y ofrece la ventaja de ser universal.

La Masonería tiene como misión trabajar sobre algo tan sorprendente como es la humanidad, que ha llegado a Plutón con una cajita ingeniosa no más grande que un piano de sala y que descubrió un planeta en donde al parecer puede vivir con la imprudente condición de que viajemos durante 14 millones de años, pero no ha podido erradicar la producción mezquina de sufrimiento en su seno.

Lo primero que se observa de la humanidad es que no es simétrica en su compromiso público, ni en su conciencia social ni en sus preocu­paciones acerca de cómo favorecer un proceso sostenido de bienestar para nuestro plane­ta. Un ejemplo actual nos lo puede ilustrar:

Aunque el contagio del SIDA ha disminuido en el mundo, ahorrándose en consecuencia unos 15.000 millones de dólares en costos médicos, así como una importante disminución de dolor y sufrimiento, al día de hoy unos 12 millones de niños han perdido a sus padres por el Sida. Según las Naciones Unidas, 370.000 niños menores de 15 años se infectan cada año por el virus, lo que equivale a que 6 niños son infectados por minuto. África posee el 90% de los niños seropositivos del mundo y el acceso a los servicios de salud, educación o refugio es muy difícil para ellos, si no imposible. El francés Pierre Bourdieu, uno de los investigadores sociales más importantes de la segunda mitad del siglo XX, determinó que existe una relación real entre pobreza y Sida, con todo lo que eso genera.

Mientras tanto, observamos con estupor la lucha de los africanos y brasileros, hace unos diez años, contra las farmacéuticas internacionales, la Organización Mundial del Comercio y algunos gobiernos de Norteamérica y Europa, para brindar drogas a precios razonables a millones de infectados.

De acuerdo con la ONU, tan sólo US $3.000 millones harían posible una guerra real contra el Sida en África —la mitad para prevención y la mitad para asistencia básica— una suma igual al aporte militar anual de Estados Unidos a un Israel que quiere convencer al mundo que está librando una guerra de autodefensa y que su propia existencia está amenazada cuando en realidad es la única potencia nuclear del medio oriente. En contra de lo que sería dable esperar de una Palestina sometida cada tres años a un genocidio no sueña con un nuevo Saladino sino que apela a la justicia penal internacional.

Cuando es elegido Presidente de Chile Salvador Allende, Kissinger declara: “No tenemos por qué aceptar la irresponsabilidad de un pueblo”, y organiza un derrocamiento que acabó en la implantación de una dictadura que arrojó decenas de miles de muertos y un exilio masivo de chilenos que aún encontramos regados por medio mundo.

El ejemplo más reciente de lo absurdo de cómo funciona la humanidad lo tenemos en Grecia. El 26% de su deuda pública está conformada por compra de equipo militar en los últimos veinte años. Posee más vehículos blindados que Alemania, Francia e Italia juntas, y tiene cinco veces la cantidad de soldados per cápita de España. ¿Qué solución le da el Fondo Monetario Internacional y sus paisanos de Europa que le vendieron las armas? Pues nada más y nada menos que recorte el gasto social en salud, educación y pensiones, pero que cumplan con sus deudas militares.

Lo curioso del caso, es que existe una relación directa entre neoliberalismo y cárceles: a mayor política neoliberal en un país, mayor población carcelaria.

Si queremos educar para que reine la democracia, la libertad, la igualdad, la fraternidad, la laicidad, la universalidad del hombre, el respeto mutuo, y la tolerancia —cuyas ausencias conducen a altos niveles de violencia— debemos primero crear un contexto en que estos valores sean fácilmente asimilables, y en el que no exista el peligro de que su introducción se convierta en nuevos Caballos de Troya que vehiculicen renovadas formas de colonialismo por parte de quienes poseen la mayor responsabilidad en la construcción de los indicadores sociales.

Una progresión desde el sistema de valores Masónicos debe dirigirse a sensibilizar a los pueblos poderosos para que elijan dirigentes que sean conscientes de que los sistemas espirituales asiáticos, y las tradiciones amerindias, australianas, africanas, polinésicas, etc., son diferentes, pero no inferiores, al pragmatismo anglosajón y a la ética económica Calvinista; que no posean propensión a la violencia económica, y que no supongan su superioridad moral o cultural sobre otros; que no entiendan que sus intereses en el extranjero están representados por la posesión de sus recursos naturales; que se den cuenta que sus injustas presiones económicas causan severas perturbaciones sociales además de la ruptura dé los instrumentos de gobierno; que no sean insensibles al dolor que ocasionan; que conciban las relaciones internacionales, en un marco ético, abierto y cooperativo; que desechen la fuerza, los ataques preventivos y los aislamientos económicos, contra los pueblos localizados más allá de sus fronteras postmodemas.

Una Masonería que nace latitudinaria, y deviene en liberal, adogmática y progresista, está íntimamente relacionadas con el deseo de dar un sentido a la vida y alcanzar la felicidad propia y ajena. Encuentra la necesidad y la búsqueda de un mundo mejor, más solidario y más justo.

Como dijo Jorge Luis Borges: “lo que importa de las ideas es lo que se hace con ellas”. Y lo que más importa de la Masonería progresista, es lo que se hace con esa Masonería progresista.

Muchas gracias.

IHM
Cajamarca, Perú
Agosto 21 de 2015 (E:.V:.)





EL MERCADO DE GRADOS MASÓNICOS

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Por Iván Herrera Michel
          
Hace unos días, conversando con un muy Q:. H:. italiano tocábamos el siempre decepcionante tópico de la “venta” de Grados en la Orden, que es algo sobre que lo además me consta que se ha comenzado a hablar en voz alta en los principales encuentros Masónicos internacionales.
           
Y como ha sido desde hace tres siglos un secreto de Polichinela quien, cuando, como, con quien, a quien y donde venden los Grados Masónicos, y quien, cuando, como, con quien, a quien y donde los compran, para mí ha sido una grata sorpresa esta nueva puesta sobre el tapete.
        
Al parecer, el Internet ha escalado y brindado novedosas redes atrapamoscas a sus impulsores hasta el extremo de que existen “Confederaciones” de Obediencias muy visibles en las redes sociales que ofrecen Grados en un abrir y cerrar de ojos por un precio cómodo. Hasta supe de alguien que recibió en el REAA desde el Grado de Aprendiz (1°)  hasta el de P:. del R:. S:. (32°) “A la Vista” el mismo día. Nunca supe exactamente cuánto pago el incauto por ello, pero por lo que se rumora debieron ser el equivalente a un par de miles de dólares.
     

En ocasiones al cándido profano le sucede lo que al Rey de “El traje nuevo del emperador” (1837) de Andersen. Que creyéndose vestido con un ropaje invisible confeccionado por un par de modistos que le cobraron una fortuna, se expuso desnudo a la burla en un desfile público hasta que un niño señaló “Pero si va desnudo”.  
            
El mercado de Grados Masónico tiene efectos en varias direcciones y cuenta con un ingenioso arsenal de técnicas de engaño. El vendedor con su parodia se gana un dinero inescrupulosamente, y el adquirente termina tarde o temprano descubriendo que su “Obediencia” no tiene ninguna respetabilidad. Y que es su Grado es tan autentico como un Rolex de 30 dolares en el Chinatown de Nueva York. 
          
Lo malo para la Masonería es que muchas veces se pierde un aspirante a la Orden que fácilmente pudo haber sido un excelente Masón de no ser porque tocó la puerta equivocada o porque se dejó seducir por un canto de sirena. Es decir, la Orden deja de contar con un candidato del que pudiera decirse como del Cid Campeador, “que buen vassalo! ¡Si oviesse buen señor!”. Pero en honor a la verdad, también nos encontramos con el que a sabiendas por ambición o ganas de obtener rápidamente lo que se ofrece por el estudio aplicado elabora una fantasía propia para especular con ella.
           
No obstante, también existen Obediencias con papeles en orden que permiten la facilidad
de ascender mediante saltos de canguros y/o con toda seguridad en la escala gradual, a la manera de aquellas universidades que anuncian que el 98% de sus matriculados en Primer Grado obtiene el título. Esto también es corrupción. Si hay dinero, hay grado, y se tendrán tantos Grados como dinero, egolatría o sumisión se tenga. Conozco una Obediencia que ofrece su Iniciación con el atractivo 'Trabaje desde casa', que en la práctica, y en el mejor de los casos, lo que se ofrece es más una educación a distancia que una construcción iniciática caracterizada por desarrollar su método en forma grupal.
          
Lo Iniciático de la Masonería es como el cariño verdadero de Manolo Escobar: “Ni se compra ni se vende”. Para todo lo demás existen títulos que algunos se encargan de regalar, facilitar, vender o extorsionar con ellos volviéndolos extremadamente lentos para quienes no les son afectos o inusualmente rápido en caso contrario. Un Grado debe obtenerse paulatinamente, en orden, con independencia del poder económico, ajeno a un sistema de premios y castigos, y de tal manera que todos puedan llegar a la cumbresi se aplican a ello.
             
Lo de la venta de Grados no es una práctica exclusiva de la Masonería por muy reprobable y antigua que pueda ser. Para citar un ejemplo muy diciente, podemos recordar que, según datos suministrados por la UNESCO hace un par de años, más de 800 “universidades” artificiales ofrecen ilegalmente diplomas universitarios a través del Internet. Es un mercado negro en plena expansión, y el fraude ha manchado a organismos tan emblemáticos como la Universidad de Oxford, cuyos diplomas se llegaron a vender por 240 euros.
              
Vivimos inmersos en una sociedad en la que el mercado se ha entrometido en aspectos de la vida que no deberían ser regidos por normas comerciales como los de la venta de óvulos, espermas y sangre, el alquiler de vientres, el cobro del servicio de salud pública, una celda más cómoda, el derecho a cazar un rinoceronte negro sudafricano o una morsa canadiense en vías de extinción, combatir en Afganistán para una patria ajena, pagar a alguien para que se someta a una esterilización, dar dinero a un niño para obtener buenas notas, obtener el derecho a inmigrar…
       
En estas condiciones, me parece lo más normal del mundo la existencia de quienes han desarrollado un Kit “Masónico” acorde con la liviandad de una sociedad regida por el mercado de la cultura y los saberes enlatados, lo listo para consumir y en la que es un éxito internacional un libro que privilegia los consejos de un padre rico, sobre los que podría brindar un padre pobre. En este tenor, es claro que siempre habrá un comerciante y nunca faltará un consumidor de baratijas. 
             
Es muy difícil impedir que el comercio de Grados Masónicos siga prosperando. Pero siempre podremos separar la cizaña del trigo en una conversación no mayor de cinco minutos. Soy un convencido de que a pesar de certificarlo la literatura de la Orden desde hace tres siglos, a un verdadero Masón se le reconoce por algo más que unos signos, unos toques y unas palabras.  
            
                 
              


¿ES INCOMPATIBLE LA PRÁCTICA DE DOS RITOS?

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Por: Iván Herrera Michel
                          

Voy comenzar estas líneas, recordando una frase del Masón Vince Lombardi. Un legendario entrenador que pasó al Or:. Eter:. en Nueva York en 1970 y que tiene un lugar de honor en el “Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional”: “nadie puede predecir que altura podrá alcanzar... ni lo sabrá tampoco hasta que no despliegue plenamente sus alas”.   
         
En Masonería, una persona se inicia en una Logia y encuentra no solo un Rito en especial entre muchos otros de los que existen, sino además una particular manera de concebirlo en medio de muchas otras formas. Hasta ahí todo es normal, pero lo que también suele suceder es que ese nuevo Masón es inducido a considerar que esa es la “única” y “correcta” manera de Masonería que existe Y eso no solo no es cierto, sino que además le impide desplegar en libertad plenamente sus alas.
      
Si dedicarse con entusiasmo al método y a la metáfora constructiva Masónica sobre la plataforma de un Rito en especial ya de por sí es inspirador, encararse con dos al mismo tiempo es fascinante por las perspectivas que ofrece. Lo digo desde mi experiencia personal de siempre. Cuando mi inicié y recibí todos mis Grados simbólicos acostumbraba practicar cada vez que quería el REAA y el Rito de York.  Y ahora también lo hago ocasionalmente con el REAA y el Rito Francés o Moderno. 
        
También he observado que nuestros Aprendices de hoy están igual de contentos como lo estábamos los aprendices de hace treinta años comentando las particularidades, las diferencias y el simbolismo de los dos Ritos Masónicos que practicamos.  No he conocido desde entonces una razón que me convenza de que a los Aprendices se les deba limitar en su conocimiento de la Masonería. En mi opinión, tampoco tenemos el derecho a coartarles su instrucción Masónica ni de manipularles la información. Ellos deben tener la oportunidad de desplegar plenamente sus alas.
          
Voy más allá. Por el contrario, los Maestros Masones tenemos la obligación de instruirlos
Mandil de Maestro del REAA
en los Ritos para los que estamos autorizados en el espectro de la Orden.  Y hay que hacerlo sin miedo a la libertad de ellos, sin sentirnos amenazados por sus convicciones y conclusiones, y con sencillez, que es lo más difícil del mundo. Y por sobre todo, sin escepticismo ni tratando de colonizar las Tenidas con ideas que no son propias del corpus Masónico. Controlando siempre el método Masónico, pero nunca al Masón.
              
Ellos, y no nosotros, son los titulares del derecho a elegir su propio horizonte Iniciático cuando tienen dos posibilidades al frente, ya sea porque quieren ver ampliados sus medios o por un asunto de pulimento de su propia Piedra Bruta en una determinada manera que han elegido conscientemente. Sobre todo, porque resulta evidente que la formación en dos ritos produce una huella más profunda a la vez que brinda una sensación de avance en la Orden a partir de la dedicación desarrollada. 
        
Cada Rito posee cierto grado de coherencia con otros que les son más o menos afines. También he notado que algunos son incompatibles entre sí. En el caso del REAA y el Rito Francés, no hay incongruencia si los asumimos desde una lectura liberal no prejuiciada y progresista. De esta manera, nos facilita que las comprensiones que adquirimos en el uno nos preparen mejor para las del otro. 
            
Los expertos en Masonería repiten una y otra vez que es necesario cultivar un espíritu crítico dirigido a reflexionar con mente abierta sobre las prácticas Masónicas. Pero resulta curioso, por decir lo menos, que muchos de quienes pregonan esta disciplina al mismo tiempo precisan lo que debe entenderse de manera invariable por un símbolo, por los predicamentos de un solo sector de la Orden o por las alegorías de un Rito en especial, en desmedro de la categoría de diversidad que remite a la visión de una realidad fragmentada, previa a una ética basada en valores y no en referentes absolutos.
          
La Masonería progresista tiene una doctrina, pero a los Masones no les es dado adoctrinar a nadie. Estas circunstancias están separadas por una línea muy fina que es preciso tener clara. El adoctrinamiento Masónico en un solo Rito, cuando se puede trabajar armónicamente en dos que sean coherentes, es lo contrario de la construcción Masónica respetuosa. Convierte al iniciado en un Masón sin autonomía, caracterizado por la fe ciega y la ausencia de pensamiento crítico con respecto a las potencialidades constructivas de otro Rito. Restringe la información necesaria para tomar decisiones. Le impide pensar y elegir por sí mismo.
              
Mandil de Maestro del Rito Francés
En esta relación derecho – deber – construcción, diseñada en clave Masónica, el Masón que posee el derecho a educarse, tiene igualmente el deber de educar y de ser la construcción.
              
Como Venerable Maestro de una Logia Masónica, traté siempre de ser respetuoso del derecho que tienen los Aprendices, los Compañeros y los Maestros de conocer los Ritos que legítimamente se ofrecen.
          
En mi Taller hemos tratado de crear un clima para cada Ritual que incluya unas determinadas condiciones físicas, que van desde la decoración del Templo hasta la de los Masones, pasando por el texto explícito. En consecuencia, mis Hermanos que se han apersonado de la experiencia se han dado cuenta de que es la vivencia iniciática la que activa el potencial del metodo constructivo, y han comprendido que la falta de conocimientos crea un paraíso que siempre termina mal.
           
Ellos han ido desarrollando con cada Rito nuevas agudezas. Asimilando vitalmente los componentes Masónicos y fortaleciendo su compromiso con el estudio de los asuntos de la Orden. Y naturalmente, han estado creando un egregor para el Taller en el que se pueda libremente desplegar plenamente las alas.
             
               
                      
              



LO QUE CARNICELLI OCULTÓ

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“La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero”
Antonio Machado en “Juan de Mairena”(1936)
 
Por Iván Herrera Michel
      
En Colombia después de dos siglos de actividad Masónica son muy pocas las fuentes primarias para los estudios historiográficos sobre la orden, pero las que hay son suficientes para reescribir sin prejuicios la versión (casi oficial) representada por el clásico de dos volúmenes de la “Historia de la Masonería colombiana 1833 – 1940” (1975) de Américo Carnicelli, un estadounidense de Richmonds, Virginia, radicado en Colombia, que en medio de una montaña de datos organizados cronológicamente omite buena parte de los hechos y no ofrece un análisis crítico ni una metodología científica. Otro tanto, ocurre con “Cien años de historia masónica de la RL. El siglo XIX” (1964) del colombiano Julio Hoenigsberg.
       
Colombia  ha vivido en materia Masónica una larga tradición de conflictos internos que giraron en  torno a líderes de la política nacional y más recientemente al tema de la “regularidad” en su versión estadounidense e inglesa. En los 60s del siglo XIX las tendencias se enfrentaban bajo el liderazgo de Juan José Nieto Gil, Tomás Cipriano de Mosquera y una facción de radicales liberales, y en la década de los 30s del siglo XX en torno a Eduardo Santos, Alfonso Lopez Pumarejo y Jorge Eliecer Gaitán. De allí nacieron Supremos Consejos y Grandes Logias que agitaron la Orden hasta la gran unión escocista que en 1939 dio paso al reconocimiento general en el simbolismo y a la unificación nacional de rituales en 1941. Por último vino la explosión de finales y comienzo de milenio que aún subsiste y el surgimiento de la Masonería liberal y progresista en el país.
                    
El primer descubrimiento con que se topa un lector de nuestra historia radica en quela necia búsqueda genuflexa de la “regularidad” en los últimos 80 años ha ido en contravía frontal con el aporte verificable que la Orden ha brindado en materia social, educativa, humanista y política. Por este camino, los temas de las Tenidas enrumbaron hacia nuevos horizontes, buena parte de la Masonería mudó de aires y hace mucho rato que no se sientan dos presidentes juntos en una Tenida. Sin contar con que el combate fratricida que se ha empleado para imponer la “regularidad”, hizo del deber de acatamiento absoluto, las expulsiones masivas y las purgas una herramienta de control. Y como consecuencia de todo esto, se creó una nueva autoimagen en donde hasta los Landmarks no son los ingleses de 1723 sino los norteamericanos de mediados del siglo XIX.
                
Es un lugar común decir que de la historia podemos obtener lecciones para el futuro. Al parecer es su mayor utilidad. El peligro de ignorarla lo entendió perfectamente Hitler cuando dijo que “quizás la más grande y mejor lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”. Y ya sabemos hasta donde llegó Europa por ese camino y de paso su Masonería continental.
              
Los vencedores de las pugnas en Colombia, indiscutiblemente fueron los estadounidenses. Su forma de entender la Masonería en medio del bajón en las relaciones con la Europa continental de la primera mitad del siglo XX por las persecuciones y las dos grandes guerras desequilibró el balance doctrinal, lo cual aprovechó el Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo para la Jurisdicción del Sur de los Estados Unidos, desde 1912 hasta su muerte en 1952, John Henry Cowles, que visitó Colombia en cuatro ocasiones (1912, 1930, 1937 y 1939), para vender la idea de que la regularidad de los Masones y de los trabajos deriva del “reconocimiento” estadounidense. Su representante en el país fue el Cónsul de los Estados Unidos en Barranquilla, Isaac A. Manning, quien fuera Gran Maestro de la Gran Logia de la ciudad de Cartagena (1921 – 1922), corresponsal de la revista “The New Age” de ese Supremo Consejo y fundador de Logias y Grandes Logias en ambas ciudades.El arraigo de este tipo de “regularidad” fue un logro organizativo impuesto desde el establecimiento escocista.
           
Es de Perogrullo decir que la mejor manera de conocer los resultados de lo que hemos hecho es en términos de números. Como dijo Quevedo “serán seis dos veces tres / por muy mal que hagas las sumas”.
            
Y en esa lógica de pensamiento, es llamativo el estudio comparado de Masones colombianos cuando empezaron las luchas por el reconocimiento norteamericano en sustitución de la pertenencia a la “Asociación Masónica Internacional” (AMI). La “Revista Masónica” que se publicaba en Bogotá, con base en una encuesta que realizó en su edición de enero de 1932 (página 96) llegó al siguiente hoy increíble censo nacional de Masones: “Cundinamarca y Bogotá: 8.927. Tolima: 872, Cartagena y dependencias: 16.500, Barranquilla y dependencias: 13.500, y otros Masones en lugares sin Logia: 3.000. Total: 42.799.” Para la época Colombia contaba, de acuerdo con el censo oficial de 1928, con 7.851.041 habitantes.
              
Por muy poca confianza que nos ofrezcan estas cifras, es notoria la diferencia con los 2.500 Masones y Masonas que deben haber hoy en una Colombia de 48 millones de habitantes. Para graficar el porcentaje, podemos decir que tiene la misma cantidad que la isla antillana de Martinica con 400 mil vecinos.
        
Es decir, que Colombia en 1932 contaba con un Masón por cada 183 habitantes, y en el año 2015 con un Masón por cada 19.200.
         
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Michael Crichton, el autor de la novela “Jurassic Park” (1990) adaptada al cine por
Spielberg en 1993 y 1997, con secuelas en los años 2001 y 2015, apunta sobre la historia “que si uno no sabe historia, no sabe nada. Es como ser una hoja que no sabe que forma parte de un árbol”. Por su lado el cineasta argentino Eduardo Mignogna reflexionó sobre que “si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera”.
                  
La historiografía en Colombia ha sido muy parca al tomar la Masonería como objeto de estudio. De hecho, es un fenómeno general que distingue a la latinoamericana. Basta con ver las biografías de la mayoría de sus próceres y el tema brilla por su ausencia. Salvo los cuatro simposios internacionales de historia de la Masonería organizados por la Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, es muy poco lo que se produce en la región, en claro contraste con lo que sucede en Francia, Italia, Alemania, Estados Unidos e Inglaterra, por ejemplo, en donde la academia universitaria es laprincipal fuente productora de conocimiento.
            
Y no se entiende fácilmente el porqué, ya que buena parte de la clase dirigente y los movimientos democráticos gravitaron en torno a la práctica asociativa Masónica. Lo cual, es una realidad que no se puede soslayar y siempre salta a la vista.
                
Un caso que merecería un estudio detenido lo representa la Logia Estrella del Tequendama que desde el año 1849 en que fue fundada en Bogotá hasta los 80s del siglo XIX contó entre sus miembros a nueve presidentes de la república, además de un mayor número de ministros de estado y congresistas. ¿Cuáles eran los temas tratados en sus Tenidas? ¿Qué tanto estuvieron implicadas las redes Masónicas en la política y la economía de la época?
                  
Carnicelli fue un gran compilador, pero omitió a propósito parte importante de la historia Masónica y su incursión en los debates políticos nacionales. Por ejemplo, no hace mención que el 16 de diciembre de 1934, durante el primer gobierno de Alfonso López Pumarejo, se fundó la Gran Logia de Antioquia con sede en Medellín, ni de que en 1938 se creó la Gran Logia de Caldas con Logias en Pereira, Manizales y Armenia. Su primer Gran Maestro fue Carlos Drews Castro. Ambas vinculadas a fuertes enfrentamientos entre facciones liberales nacionales.
              
Estas dos Grandes Logias constituyeron un fortín Antioquia / Eje Cafetero de la acción política y artística del Partido Liberal colombiano que resistió los embates del Partido Conservador durante buena parte del periodo que se denominó “La República Liberal” (1930 – 1946). También omitió la historia de la Gran Logia que fundó en Bogotá como Gran Maestro Darío Echandía en 1932 al margen de los dos Supremos Consejos del REAA de la época al perder las elecciones frente al “olayista” Aníbal Ardila Durán. En 1934 los rebeldes regresaron y eligieron a Echandía como Gran Maestro de su antigua Gran Logia. Sobra decir que Carnicelli era un fuerte promotor de la Masonería “olayista” e igualmente soslayó el rol de la Masonería de la Costa Atlántica en el surgimiento de la “Regeneración” de Rafael Nuñez y el apoyo decidido que brindó de la mano de la jerarquía católica a la consolidación de la “Hegemonía Conservadora” que a partir de 1886 duró cuarenta y cinco años.
                
Otra omisión importante que encontramos en Carnicelli es la existencia de 1937 a 1949 de la Logia Mixta No 623 “Sol de Colombia J. B. Acuña”, jurisdiccionada a la OMMI “El Derecho Humano”, que trabajó en el mismo Templo de la carrera 5° con calle 18 de Bogotá, propiedad de la Gran Logia de Colombia, a la que asistió el mismo Carnicelli durante cinco décadas. El tema de las Masonas lo limita a la militancia de Soledad Román en la Orden norteamericana de las Estrellas del Oriente (Order of the Eastern Star), que es harina de un costal muy diferente al de la Masonería.
              
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En conclusión, se puede afirmar que la obra de los dos más importantes historiadores masónicos colombiano estuvo fuertemente sesgada por sus prejuicios y por el concepto de “regularidad” en su versión anglosajona que, dicho sea de paso, fue tan anticlerical que la revista “The New Age” del Supremo Consejo para el Sur de USA al registrar la revuelta nacional que arrojó unos tres mil muertos que siguió al asesinato de Jorge Eliecer Gaitán el nueve de abril de 1948 publicó: “Es muy afortunado que al parecer no hubo protestantes asesinados o heridos, ni iglesias protestantes ni el templo masónico dañados”. (Agosto de 1948, p. 497). Por su parte, el clasismo y el racismo fue tan incomprensible en la búsqueda del reconocimiento “Regular” que William F. Klett, un masón norteamericano residenciado en la capital, queriendo ayudar a “regularizar al Supremo Consejo Central de Bogotá escribió a Washington diciendo que “todos los miembros son de sangre caucasiana (…) y pertenecen a las mejores clases del país”.
              
Reescribir la historia real de la Masonería en Colombia y su papel en el desarrollo de su vida republicana es una tarea pendiente, pero no imposible.Henry Kissinger dijo una vez con pragmatismo que “la historia no conoce de descansos ni de mesetas”.
                
Habría que comenzar consultando el “Fondo Pineda 824” de la Biblioteca Nacional, y la sección “Raros y Manuscritos” de la Biblioteca Luis Ángel Arango que conserva varias cajas no ordenadas ni inventariadas de la documentación que usó Carnicelli.  En el exterior son una mina histórica los archivos del Supremo Consejo para la jurisdicción sur de USA, en Washington D. C. Allí reposan anaqueles, armarios y cajas repletas de documentos, folletos, informes, Etc., originales que no se encuentran en el país. La Revista “The New Age” es otra fuente imprescindible.

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Para los interesados en iniciarse en la historia de la Masonería colombiana, me atrevería a proponer la siguiente lista no exhaustiva de textos:
       
Benimelli Ferrer, José, La Isla de Jamaica y su influencia masónica en la región, en Benimelli Ferrer, José, La Masonería española entre Europa y América, (Zaragoza, 1993, pp. 205 – 211)
             
Arango Jaramillo, Mario, Libertad y tolerancia. La masonería colombiana en los inicios de la República 1810-1860 (Bogotá, Colombia, 2008).
           
Cuberos, Adriana y Albert, La Masonería y la Constitución de 1863 (Santa Fe de Bogotá,
Colombia, 1991).
          
“Fiesta-Masonería- Nación”, Revista Memoria. Archivo General de la Nación (Santa Fe de Bogotá, Colombia, 1999): 8-29.
           
García, Elvira, “Historia de la masonería en Colombia (1833-1940)”, Cuadernos de Administración (Bogotá, Colombia) 12 (s.a.) 69-76.
           
“Andrés Cassard y las masonerías cubana y colombiana en la fundación de la Masonería centroamericana: relación de un protagonismo personal en tres jurisdicciones”, I Simposio Internacional de Historia de la Masonería Latinoamericana y Caribeña (Cátedra Transdisciplinaria de Estudios Históricos de la Masonería Cubana Vicente Antonio de Castro (CTEHMAC), Casa de Altos Estudios Don Fernando Ortiz, Universidad de La Habana, Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, Gran Logia de Cuba de A.L y A.M y el Centro de Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME) de la Universidad de Zaragoza, España, La Habana, Cuba, del 5 al 8 de diciembre de 2007).
            
Ibáñez Fonseca, Amparo, Entre dioses y demonios. Masones y jesuitas en Colombia en el siglo XIX (Santa Fe de Bogotá, Colombia, Universidad Distrital, 1990).
              
Lahoud, Daniel, “La Masonería en Venezuela y Nueva Granada (Colombia) en los primeros años del Siglo XIX”, Tierra Firme (Caracas-Venezuela) XXIV, n. 96 (2006).
           
Loaiza Cano, Gilberto, “Hombres de sociedades (Masonería y sociabilidad político-intelectual en Colombia e Hispanoamérica durante la segunda mitad del siglo XIX)”, Revista Historia y Espacio (Cali, Colombia) 17 (2001): 93-131.
              
“La masonería y las facciones del liberalismo colombiano durante el siglo XIX. El caso de la masonería de la Costa Atlántica”, Historia y Sociedad (Medellín, Colombia) (2007).
          
Montoya, Jaime, Masonería íntima (Bogotá, Colombia, 1988).
              
Pacheco Quintero, Jorge, La Masonería en la emancipación de América (Bogotá, Colombia, 1943).
              
Restrepo Canal, Carlos, Informe sobre la Masonería y la Independencia (Bogotá, Colombia,
1959).
              
Aguirre Gomez, Oscar, Simón Bolívar y la Francmasonería (Spanish Edition) (2015) (http://www.amazon.com)
              
               

LA HERMOSA MESERA QUE FIRMÓ EL ACTA DE 1717

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Por Iván Herrera Michel
                       
Mesera de Ale House inglés de comienzos del S. XVIII
Comienzan a partir de junio de 2016 los actos conmemorativos de los 300 años de la Masonería y mucho se ha escrito y poco se sabe de lo que pasó cuando la fundaron en Londres en una habitación de 4.26 por 6.36 metros cuadrados del segundo piso de la “Casa de Ale La Oca y la Parrilla” (Goose and Gridiron Ale House) el 24 de junio de 1717. No se conoce si se reunieron cuatro o seis Logias ni si eran operativas, especulativas o de ambas clases. Tampoco se sabe cuántos eran exactamente los asistentes ni mucho menos como se llamaba la mayoría. De lo que sí se está al corriente es que de las cuatro Logias fundadoras tres no tenían más de cuatro años de fundadas y la otra contaba con veintiséis. Sobre las restantes dos (si las hubo), solo existen conjeturas inciertas.
                
Pero lo que si está comprobado, es que en medio de aquel puñado de hombres se encontraba la “hermosa Hannah”, la mesera que sirvió las jarras de cerveza ale a los asistentes para calmar la sed, paliar el calor y avivar la fraternidad, y que además (Oh sorpresa!!) firmó de su puño y letra el acta de fundación de la Masonería.
         
La Logia anfitriona de la “Casa de Ale La Oca y la Parrillase llama ahora glamorosamente “Lodge of Antiquity” No. 2, y en la reunión resultó por elección a mano alzada Anthony Sayer como el primer Gran Maestro de la Masonería. Un personaje del que tampoco se sabe mucho, que es posible que sea francés, de baja posición social, al que se tuvo que socorrer varias veces económicamente y que terminó siendo el Guarda Templo de su Logia hasta que murió con setenta años de edad en 1741. Y además parece que no estuvo satisfecho con el rumbo que tomó la Gran Logia porque fue amonestado en público por enfrentarse a la autoridad junto con otros Hermanos en 1730, siendo Gran Maestro el Duque de Norfolk. Por lo menos, tuvieron la amabilidad inglesa de llamarlo “Gentleman”.
            
La jornada del 24 de junio tuvo que ser chispeante como corresponde a las de las tabernas, y con una espumeante jarra de medio litro de ale en la mano, que es como se toma en las altas temperatura y los largos días soleados del verano inglés. Y es cosa meritoria para el proyecto, si consideramos que habían encerrados unos veinte hombres en un salón sin abanico, con una atmosfera pesada por la inexistente costumbre del baño diario, el tabaco en cigarro y en rapé, los sudores del día, la falta de sanitarios… la higiene para ellos consistía en cambiarse la camisa y empolvarse el pelo. Evidentemente no era un lugar en que se sintieran cómodos algunos masones tiquismiquis que conozco, y si el olfato de los presentes no frustró la fundación de la Masonería, ya no lo haría más nada en los siguientes tres siglos.  
Casa de Ale La Oca y la Parrilla
        
Como en Inglaterra la cerveza llega a un nivel de beneplácito que hasta Shakespeare dijo en “Un cuento para el invierno” (1611) que “Un cuarto de litro de cerveza equivale al platillo de un rey”, vaya uno a saber quién bebió con moderación, quien se pasó de la raya, quien no dio propina, a quien se llevaron en andas y quien miró a la “hermosa Hannah” más allá de lo decente. Y como todo es posible en una taberna, tampoco sabremos si Hannah correspondió con sus sonrisas a alguien, si se reía con todo el mundo o si mantuvo la distancia.
              
El de Hannah, es uno de los secretos mejor guardados de la Masonería y su primer misterio. Es algo de lo que casi nadie habla, y es una lástima porque ella tendría mucho que contar a los historiadores acerca de las primeras copas de la Masonería
              
Sin embargo, uno puede con facilidad figurarse tres posibles escenarios ese día para explicar la presencia y la firma de Hannah en el acta:
                    
1)Hannah era miembro de la Logia y firmó como tal. La “hermosa Hannah” podría ser una diligente mesera que atendía las Tenidas quincenales de la Logia que se reunía en la “Casa de Ale La Oca y la Parrilla”, por lo que estaría enterada del propósito que se buscaba con la reunión del 24 de junioconvocada con más de seis meses de antelación. En ese orden de ideas, lo más seguro es que se apoyaran en ella para la organización del acontecimiento, y no sería raro que la hubiesen hecho miembro en virtud de la vieja costumbre de vincular mujeres cercanas a las actividades de la Logia que venía de las Logias operativas. Por lo tanto, pudo haber aportado luces para la fundación de la primera Gran Logia del mundo y de allí el privilegio de su firma en el acta.
             
Este supuesto nos lleva a una sorprendente hipótesis muy difícil de aceptar por el sector monogénero (masculino y/o femenino) de la Orden: La Masonería especulativa nació mixta el 24 de junio de 1717.
                 
2)Hannah no era miembro de la Logia y firmó en calidad de testigo. La Logia de investigación Quatuor Coronati No. 2076, de la Gran Logia Unida de Inglaterra, aventura esta explicación pero solo la sostiene con base en conjeturas ya que no existe ninguna anotación en el documento que lo pruebe ni registro alguno por parte de los asistentes que lo soporte. A esta hipótesis se le crítica que es poco probable que a principios del siglo XVIII se tomara como testigo a una mesera para la fundación de una federación de Logias que tenía como propósito expreso vincular a la realeza.
                
Lo lógico es que hubieran buscado un “Gentleman”, en vez de a una mujer a la que con gracejo inglés solo se le señaló como “la hermosa Hannah”.
                 
3)Hannah era la mesera y firmó en medio del jolgorio. Podríamos figurarnos a Anthony Sayer escuchando atento la lectura del Acta de fundación de la Francmasonería universal: ““En el día de San Juan Bautista, en el 3er año del rey Jorge I, AD 1717. Conforme a lo acordado, se celebró la Asamblea y Banquete de los Libres y Aceptados Masones en El Ganso y la Parrilla (Ale House)… el Acto fue presidido por el Maestro Mason más antiguo… etc., etc., etc.”.
              
E imaginar un grito en medio de la algarabía: “Hannah come here, sign here!”... y a la “hermosa Hannah” firmando al calor de las primeras copas de la “honorable fraternidad de los aceptados francmasones”, como la llamó Anderson con donaire seis años después.
              
De ser así, mucho debe el buen nombre de aquellos caballeros a la ausencia de datos de esa noche. 
                  
                    
                          

LA MESERA QUE FIRMÓ EL ACTA DE 1717 (II)

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Por Iván Herrera Michel
           
De los mensajes recibidos sobre mi artículo anterior dedicado a la mesera que firmó el acta de 1717, he pedido autorización a los QQHH:. Chileno Elliot Cohen Jiménez y colombiano Milton Arrieta Lopez (que tengo como estudiosos y serios) para publicar en este blog un cruce de correos que tuvieron en el yahoogroup "Voxmasonica" y que en mi opinión contienen las claves de las discusiones que se han presentado en diferentes Orientes. Sin más comentarios los trascribo sin quitarles ni añadirles una coma.
            
 ……………………………….
             
1) Mensaje del QH:. Elliot Cohen Jiménez, R:.L:. Las Condes N° 230, Valle de Santiago, Chile:
             
QQ:. HH:.
            

Entre las numerosas publicaciones y artículos que nos envía nuestro QH Milton Arrieta López, quisiera comentar una: LA HERMOSA MESERA QUE FIRMÓ EL ACTA DE 1717.
                  
Es muy bueno recordar que aún en nuestras más solemnes Tenidas, bajo todos esos hermosos mandiles y paramentos con que hacemos visibles nuestros “cargos y dignidades” hay hombres o mujeres sujetos a todas las vicisitudes y pasiones de su condición de humanos. Que el mérito del Masón no es carecer de ellas sino que es lograr mantenerlas bajo control y no permitir que nos dominen.
                   
Las circunstancias de formación de la GLU de Inglaterra y el estilo, casi Vaticano, con que solemos referirnos a ella en nuestros Talleres, están ahí mostradas con realismo magistral por el QH Iván Herrera.
                 
Que buen cable a tierra para esa aura de solemnidad con la que a veces nos envolvemos.
               
Un abrazo fraterno
                 
Elliot Cohen Jiménez
                
……………………………………
                    
2) Mensaje del QH:. Milton Arrieta Lopez, Administrador de Voxmasonica.
              
Querido Hermano Elliot y QQ.: HH.: todos, si, que buen apunte.
          
Siempre he considerado que nuestra historia es mucho más intrépida y emocionante que el mito trasnochado que se suele imponer, sin ningún rigor histórico en algunas obediencias, casi como una verdad revelada que no puede tocarse, que al indagarse causa molestias, pero que como en todo, existe una realidad detrás de la verdad aparente ¡vamos a buscarla!
              
El tema sobre la iniciación femenina antes de 1717 ya está resuelto y suficientemente
Elizabeth Aldworth 
documentado, tenemos los casos de Mary Bannister (1714) y Elizabeth Aldworth (1712) quienes habían sido iniciadas en logias masónicas en Inglaterra e Irlanda, fueron hermanas masonas, que trabajaban bajo las señas y signos propios de la logia, para más información se puede consultar el artículo de Conder, E. (1895).
The Hon. Miss St. Leger and Freemasonry”. Transactions of the Quatuour Coronati Lodge of London, VIII, 16-23 y el documento: WOMEN AND FREEMASONRY BY V:. W.: and Rev. NEVILLE B. CRYER, MASONIC TIMES, May, 1995, Rochester, New York.
                   
Una de las tres alternativas que propone el Q.: H.: Ivan Herrera Michel, implicaría que Hannah la doncella pudiese haber sido miembro de una de las cuatro logias que iniciaron oficialmente la masonería especulativa en 1717.
                  
¿Que opinar al respecto? ante los antecedentes arriba mencionados no me sorprendería para nada.
                
Puede que entonces acontezca una ruptura con la Matrix, como le pasó a Neo en el film The Matrix, por lo tanto varios de los hermanos que me leerán posiblemente mostrarán escepticismo, y tendrán sus razones, porque estas cuestiones no aparecen en Lavagnini, ni en Wirth, tampoco en las enciclopedias masónicas, que suelen ser las fuentes con las que se instruyen los masones latinoamericanos.
                                  
Luego entonces surge la pregunta... ¿Cómo es posible que una mujer mesera sea miembro de una logia en el Reino Unido antes de 1717?
                
Primeramente hay que decir que una mesera tenía un trabajo común y corriente para la época, inclusive en el mismo rango social ingles que un masón operativo, puesto que esta historia se sitúa en los tiempos de la sublevación jacobita, ya había pasado el feudalismo y una nueva realidad geopolítica se imponía en el mundo occidental.
               
En el mito trasnochado se nos ha enseñado que los masones eran hombres excelsos, con libertad de locomoción en épocas feudales, poseedores de misterios sagrados, etc.
               
La respuesta a esto no es simple, está llena de condicionales, veamos:
                    
Los masones operativos fueron importantes y necesarios tanto para las comunidades religiosas como para la nobleza europea que contrataban su trabajo y les pagaban en contraprestación su salario, así nuestros hermanos operativos del pasado edificaron a Europa, levantando los edificios de la nobleza, edificios públicos y las catedrales, abadías y demás edificios de los religiosos. Hay que hacer mención de los benedictinos, quienes fueron sin duda los mayores protectores y mecenas de la masonería operativa.
                   
Sin embargo de lo anterior nada duraría para siempre, el régimen feudal perduró hasta el siglo XV, posteriormente se instauraría un nuevo orden: el poder absoluto de los reyes y la burguesía, bajo el amparo del derecho divino de los reyes, que dicho sea de paso, los francmasones franceses combatieron hasta destruirlo con la Revolución Francesa muchos años más tarde.
                   
Entre los francmasones franceses que lideraron la Revolución se destacaron: Dominique Joseph Garat, Jacques Pierre Brissot, Bailly, Nicolas de Condorcet, Camille Desmoulins, Nicolas Chamfort, Danton, Christophe Antoine Gerle dicho Dom Gerle, Jean-Paul Rabaut de Saint-Étienne, Alexandre Pétion, Claude Fauchet, Guillaume François Charles Goupil de Préfelne y Nicolas de Bonneville.
                  
También hay que subrayar lo hecho por el quinto Gran Maestre del Gran Oriente de Francia: Louis-Philippe de Orleans, Duque de Chartres, a quien le decían Felipe Igualdad por su apoyo incansable a la Revolución, Louis-Philippe de Orleans rigió a esa obediencia desde 1771 hasta 1793. (Una aclaración necesaria: siendo el quinto Gran Maestre Louis-Philippe de Orleans, la Gran Logia de Francia de 1728 en 1773 se reestructuró administrativamente centralizando los ritos que se practicaban en la época, y en el año de 1773 cambió su nombre por Gran Oriente de Francia), probablemente esta es la obediencia más antigua del mundo, si se considera que la Gran Logia Unida de Inglaterra de 1813, nació de la unión de dos grandes logias muy diferentes, una de 1717 y otra de 1751, de ahí lo de “unida”.
                  
Después del feudalismo, ante el decaimiento del arte gótico y por virtud de las Universidades que ya enseñaban el arte de la construcción, la masonería operativa cayó en franca decadencia, los masones sufrían inmensas penurias económicas, ya para la época, no se contrataba a un maestro masón y a su logia para levantar un edificio, sino que se contrataba a Señores arquitectos, mayormente miembros de la nobleza, que habían estudiado el arte de la construcción en universidades, estos a su vez, subcontrataban la mano de obra.
              
El ejemplo clásico lo encontramos en Sir Christopher Wren, quien fue patrón de la Logia Antiquity No. 2 (la que se reunía en the Goose and Gridiron Ale-House, de la Iglesia de San Pablo). Wren nunca fue miembro de la logia, fue si su contratante, además él era un Sir, para la época, un Sir no se juntaba socialmente con albañiles.
                
En el texto oficial del: Manifesto of 1778 issued by The Lodge of Antiquity, formerly The Old Lodge of St Paul, to preserve the Ancient Landmarks of Freemasonry, Brotherly Love, Relief and Truth, así como en: Campbell, Dr. James (2011). "Was Sir Christopher Wren a Freemason?". Prestonian Lecture, se encuentra lo siguiente:
             
"Since at least the 18th century, the Lodge of Antiquity No. 2, one of the four founding Masonic Lodges of the Premier Grand Lodge of England in 1717, has claimed Christopher Wren to have been its Master at the Goose and Gridiron at St. Paul's churchyard. Whilst he was rebuilding the cathedral he is said to have been "adopted" on 18 May 1691 (that is, accepted as a sort of honorary member or patron, rather than an operative). Their 18th-century maul with its 1827 inscription claiming that it was used by Wren for the foundation stone of St. Pauls, belonging to the Lodge and on display in the Library and Museum of Freemasonry in London, corroborates the story. Anderson made the claims in his widely circulated Constitutions while many of Wren's friends were still alive, but he made many highly creative claims as to the history or legends of Freemasonry. There is also a clear possibility of confusion between the operative workmen's lodges which might naturally have welcomed the boss, and the "speculative" or gentlemen's lodges which became highly fashionable just after Wren's death. By the standards of his time a gentleman like Wren would not generally join an artisan body; however the workmen of St Paul's cathedral would naturally have sought the patronage or "interest" of their employer, and within Wren's lifetime there was a predominantly gentlemen's Lodge at the Rummer and Grapes, a mile upriver at Westminster (where Wren had been to School).
                   
Pero más diciente aún es el hecho oficial inglés que aparece en los documentos fundacionales, según el cual cuatro logias se vieron en la necesidad de buscar un Gran Maestro porque Sir Christopher Wren las había abandonado. El Gran Maestro electo fue Anthony Sawyer.
                 
Lo anterior puede encontrarse en Transactions of Ars Quatuor Coronatorum - Página 220. W.J. Songhurst. 1924.
                
“…After the Rebellion was over A.D. 1716, the few Lodges at London finding themselves neglected by Sir Christopher Wren, thought fit to cement together under a Grand Master as the Center of Union and Harmony, viz. the Lodges that met,
                         
1. At the Goose and Gridiron Ale-house in St. Paul’s Church- Yard.
                 
2. At the Crown Ale-house in Parker’s-Lane near Drury-Lane.
                 
3. At the Apple-Tree Tavern in Charles-street, Covent-Garden.
                
4. At the Rummer and Grapes Tavern in Channel-Row, Westminster.
                
They and some old Brothers met at the said Apple-Tree, and having put into the Chair the oldest Master Mason (now the Master of a Lodge) they constituted themselves a Grand Lodge pro Tempore in Due Form, and forthwith revived the Quarterly Communication of the Officers of Lodges (call'd the Grand Lodge) resolv'd to hold the Annual Assembly and Feast, and then to chuse a Grand Master from among themselves, till they should have the Honour of a Noble Brother at their Head.”
                
Al comienzo del presente texto escribí los nombres de dos mujeres, de las cuales existe evidencia de su pertenencia a la masonería británica antes de 1717, hay que mencionar especialmente que una de ellas lo hizo como masona "operativa", fue Mary Bannister en 1714, quien trabajó bajo el rigor de la logia masónica cobrando su salario durante siete años, la señorita Bannister era hija de un barbero.
                       
El primer noble que ingresó a la masonería en el siglo XVIII fue presentado por Juan Teófilo Desaguliers en 1721, exclusivamente para que gobernara a la Orden, era el Duque de Montagú, para mayor información sobre Mary Bannister: Cryer N B: a Masonic Panorama. Austalian Masonic Research Council, Melbourne. 1995. p 21.
                
Revisada la anterior evidencia puede observarse que en pleno 1717 una mesera se encontraba en el mismo rango social ingles que un albañil, luego entonces si así una logia lo decidía, podía iniciarse como uno de sus miembros "aceptados".
                  
Por supuesto, el hecho supuesto que la señora Hannah pudiese haber sido miembro de una de las cuatro logias fundadores de la primera Gran Logia es una hipótesis, pero legítima, teniendo en cuenta los antecedentes antes mencionados.
                
¿Porque la exclusión oficial de las mujeres?
                      
En las constituciones de Anderson de 1723 no aparece nada en contra de la iniciación femenina, pero después de la solidificación de la Gran Logia de Londres y Westminster con el apoyo social y financiero de los nobles, se adelantó una reforma en 1738 en la que se estableció entre otras cosas la determinación de prohibir la iniciación femenina, pues bajo el contexto social de la época, tal cosa no era bien vista. Cabe decir que en el siglo XVIII se instituyeron en Inglaterra los gentlemen's clubs, eran centros privados, abiertos sólo a sus miembros masculinos, inicialmente de clase alta, que aparecieron en Gran Bretaña durante el siglo XVIII y se popularizaron entre la clase media alta a finales del siglo XIX. Dentro de este contexto, en el que se “elevaba” a la masonería de rango social, por la llegada de los nobles y caballeros de clase alta era muy difícil que superviviera la iniciación femenina en la masonería anglosajona.
                
Las otras hipótesis son válidas también, de hecho la simple firma de la señora Hannah implica como mínimo la calidad de testigo de la fundación de la Primera Gran Logia, y un testigo es un igual por tener la idoneidad suficiente para dar un testimonio, lo anterior según el derecho consuetudinario inglés.
               
Nosotros mis QQ.: HH.: somos historia, si la conocemos, nos conoceremos mejor a nosotros mismos.
                    
Fraternalmente,
               

Milton Arrieta Lopez
                   


         
                  



DECLARACIÓN DE LA MASONERÍA LIBERAL AFRICANA

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Por: Iván Herrera Michel

         
La “Conferencia de Potencias Masónicas Africanas y de Madagascar” (CPMAM), que agrupa Obediencias liberales y se congrega anualmente en los “Encuentros Humanistas y Fraternales Africanos y Malgaches” (REHFRAM, por sus iniciales en francés), siempre culmina sus reflexiones promulgando un llamado, que este año en su 24ava. versión es del siguiente tenor:
      
LLAMADO DE DOUALA
            
Frente al aumento de la intolerancia y la violencia, los Masones y Masonas de África y Madagascar, reunidos en Douala, Camerún, el 5 y 6 de febrero de 2016 (E:. V:.)
        
Conscientes de los males que genera la circulación anárquica de armas en nuestros países
                
Conscientes del caos que instauran los nuevos terrorismos que tienden a establecerse permanentemente en algunas partes de África,
              
Frente a las medidas adoptadas por los Estados en la lucha contra el terrorismo y la proliferación de armas,
              
Fomentan y apoyan firmemente las medidas adoptadas por cada país o grupo de países en la lucha contra el terrorismo, y en el respeto por los derechos hombre,
                 
Recomiendan el establecimiento en cada país de un observatorio nacional para controlar el fenómeno del terrorismo y sus posibles mutaciones,
           
Alientan y apoyan todas las iniciativas dirigidas a la preservación de la paz civil y la lucha contra el desempleo y el ocio de los jóvenes en todos los países de África y Madagascar,
                  
Apelan a la Unión Africana, a todos los organismos internacionales y a todas las instancias internacionales asociadas para que adopten una acción de envergadura para poner fin a la proliferación de armas y para que creen un organismo internacional de lucha contra el terrorismo global y la proliferación de armas.
             
Agradecen a las autoridades de Camerún, encabezadas por su excelencia el Presidente Paul Biya, por las medidas de seguridad tomadas.
               

Douala, 6 febrero de 2016

          
               
              

Un vistazo a "El Ganso y la Parrilla"

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 Por: Iván Herrera Michel


No obstante los numerosos templos de la Masonería en todos los continentes (o quizás por la majestuosidad y el lujo de muchos de ellos), poco se enseña lo populachera que fue la “Goose and Gridiron Ale House” en donde nació la primera Gran Logia el 24 de junio de 1717 del calendario juliano que rigió para el Reino Unido y sus colonias hasta el año 1752. Lo que significa que desde entonces, bajo el calendario gregoriano que nos rige, el aniversario corresponde celebrarlo el cuatro de julio. 

La “Goose and Gridiron Ale House” se encontraba en un sector de Londres conocido como St. Paul´s Churchyard en donde antaño había funcionado el establecimiento “Mitre”, sede de la Honorable Compañía de Músicos de Londres con una historia que se remonta hasta una guilda creada en el año 1350 que tenía como escudo de armas un cisne y de cimera una lira de Apolo.

No han sobrevivido datos de cuando se construyó el edificio “Mitre”, pero se tiene constancia que fue destruido por el gran incendio de Londres de 1666 y que poco después se levantó otro  allí mismo con el nombre de “Lira” debido a que (otra vez) una sociedad musical lo utilizó para sus reuniones. Esta nueva construcción fue demolida en 1897 y hoy solo recuerda el lugar una placa colocada por el Alcalde Mayor de Londres el 15 de junio de 2005 con la leyenda “cerca de este sitio la Gran Logia de Masones ingleses se reunió por primera vez en 1717”, ubicada a medio centenar de metros al norte de la entrada que conduce a la catedral de San Pablo, en la última columna de la derecha.  

Al dejar de ser el local una casa de artistas cuando el centro musical de Londres se trasladó al West End, en la ciudad de Westminster (un área que aún es residencia de las clases altas de la ciudad), por tornarse la zona insalubre y peligrosa, su nuevo propietario para burlarse del cisne y la lira del escudo de armas de los músicos colocó sobre la puerta un prosaico ganso casero parado sobre una corona, delante de una parrilla para asar, que en la actualidad se encuentran recientemente restaurados en el museo de la Gran Logia Unida de Inglaterra ubicado en el Freemasons Hall, 60 Great Queen St, London WC2B 5AZ, Reino Unido. Y se puede visitar de lunes a viernes de 10:00 AM a 5:00 PM.

A pesar que existen registros en la Gran Bretaña de cerveza tipo Ale desde la Edad de Bronce, las “Ale House” eran de reciente creación en 1717. Habían surgido unos treinta años antes como reacción a la “locura de la ginebra” (Gin Craze). Es decir, a la producción y consumo masivo de ginebra barata en las islas.

En lo esencial, las Ale House compartían con los pubs que eran lugares populares para reunirse, descansar, dormir, comer, beber, discutir, intercambiar y diseminar noticias. No era un círculo social destinado a la nobleza ni mucho menos a la realeza, por lo que muy pocas pelucas blancas se veían por allí. En cambio sí lo era para la sociabilidad popular, el ocio, el juego, la prostitución y la embriaguez, además de ser escenario idóneo para una cultura obrera asociativa apartada de la clase dirigente. De hecho, el avance de las sociedades secretas, de socorro, trade unions (sindicatos obreros) y cooperativas de los trabajadores ingleses deben mucho a las cervecerías en general.   

En el Londres de 1717, muy pocas calles se encontraban empedradas y cuando caía la lluvia
el lodazal hacía muy dispendioso caminar por ellas. Además la iluminación nocturna era escaza y había asaltos por todas partes a pesar de que el año anterior se había expedido una ley que ordenaba poner luces en el exterior de las casas desde las 6:00 hasta las 11:00 P. M. por dieciocho noches cada mes, durante el invierno y cuando no se disfrutara de luna llena.

A las tuberías, retretes, alcantarillados y canalizaciones higiénicas aún les hacía falta un siglo para comenzar a instalarse en las casas y lugares abiertos al público; por las calles corrían con frecuencia riachuelos de aguas servidas que se unían a los excrementos de ovejas, cabras, cerdos, caballos y bueyes. Para colmo los carniceros y matarifes sacrificaban y destripaban a los animales en la vía pública, y en los sectores en donde se ubicaban los curtidores y los tintoreros las infecciones y malos olores era pan de cada día. Las aguas residuales domesticas se arrojaban por la ventana a la voz de “agua va!”, lo que obligaba a caminar dando saltos y pendiente de las ventanas, y se utilizaban los callejones traseros o cualquier cauce cercano para solventar las necesidades fisiológicas.

Por otra parte, una mirada al menú de las Casas de Ale de Londres a principios del siglo XVIII nos muestra que ofrecían carne de cordero, de ternera cortada en trozos pequeños (scotched collops), embutidos, tocino, chuleta, trucha, salmón, ensalada de salmón en escabeche, ensalada con queso, paloma, perdiz, pollo, col, pepinos, arroz con leche, pan, queso Cheshire, huevos y  tartas. Lo cual no estaba nada mal.  Y por su lado, el letrero grande que había al frente de la “Goose and Gridiron Ale House”, a la altura del segundo piso, anunciaba con suficiencia que el local era un sitio dedicado al expendio de las “stout porter & ale”.   

Las ales eran y son unas cervezas populares británicas cuya fermentación se da en la superficie del líquido, posee mayor graduación alcohólica y se sirve fría. Por su lado, las porters eran unas cervezas oscuras y amargas elaboradas con malta de cebada tostada (muy popular entre los cargadores o porters del mercado, de allí el nombre), resultante de mezclar las ales tipo “brown”, “pale” y “stale”, y alcanzaba un 6% de graduación alcohólica por volumen. A las porters de mayor graduación se le denominó “stout porter” (que significa porter fuerte) y normalmente llegaban al 8% de graduación.

Uno puede pensar en sana lógica que eso fue lo que sirvió la “hermosa Hanna” y que de esta forma muy prosaica y bien servida, “en el día de San Juan Bautista, en el 3er año del rey Jorge I”, nació la Masonería que tanto ha dado que hablar en tres siglos.

La “Goose and Gridiron Ale House” tenía cuatro pisos más un sótano y un atrio. El primero contaba con una puerta de entrada y tres ventanas, y los tres pisos restantes poseían cuatro ventanas cada uno. La edificación era de ladrillo porque después de la conflagración se prohibió el uso de madera y los marcos de las ventanas debían quedar retirados unos de otros.

Los espacios estaban dispuestos en forma reticular, sin columnas, con muros estructurales y un área del sótano destinada a bodega que tenía una parte debajo de la calle del frente. Una chimenea se elevaba desde el sótano hasta el ático, y en el fondo del edificio una estrecha escalera de caracol que giraba en el sentido de las manecillas del reloj comunicaba cada una de las seis plantas. La cocina estaba en el sótano y ocho habitaciones para pernoctar o como lugar de citas clandestinas se disponían así: una en el primer piso, otra en el segundo, tres en el tercero y tres en el cuarto.

Cuando un visitante entraba a la “Goose and Gridiron Ale House” desde la calle se topaba primeramente con un bar que tenía a mano izquierda un sobrenivel dispuesto para espectáculos con un cuarto de utilería detrás. La música popular inglesa incluía por lo general canto y baile, a diferencia de la clásica orquestal que oía la nobleza que era más barroca, dramática y compleja. 

Los fundadores de la primera Gran Logia ese día entraron por la puerta del frente,es posible que algunos hayan llegado en grupo y otros en solitario, se hayan detenido un momento a saludar a algún comensal o a los empleados del lugar, o a admirar a los músicos, para luego atravesar el recinto, subir por la escalera de caracol al segundo piso a un comedor de apenas 27 metros cuadrados sin ningún lujo, y saludarse con la camaradería usual entre los miembros de un mismo gremio.   

Entonces,  “conforme a lo acordado se celebró la Asamblea y Banquete de los Libres y Aceptados Masones”  por parte de cuatro Logiasy algunos otros antiguos hermanos”… que “formaron allí mismo una Gran Logia pro tempore” que vino a conocerse como la Gran Logia de Londres y Westminster.

PRÓLOGO DEL LIBRO “LOS MASONES EN EL MUNDO”

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Por Iván Herrera Michel
            
Los Masones en el mundo. Geopolítica Masónica” es un libro escrito por el Masón colombiano Milton Arrieta y publicado en España por la Editorial Almuzara (http://grupoalmuzara.com/a/fichalibro.phplibro=3104&edi=1) en marzo de 2016, que viene a complementar de muy buena manera el de Alaín de Keghel “La Masonería. Una perspectiva geopolítica” editado por CIMAS y FASCREAA en el año 2013 sobre un área del conocimiento de la Orden necesaria para entender las raíces de su quehacer pasado y presente.  
            
Miltón Arrieta
¿Por qué la Gran Logia de España frente a los atentados de Bruselas expresa su solidaridad únicamente a los 1.700 masones de la Gran Logia Regular de Bélgica y no a los otros 30.000 del país? ¿Por qué la Gran Logia de California suspende el “reconocimiento” a las Grandes Logias de Georgia y de Tennessee por negarse a recibir homosexuales y no lo hace con las 51 que no admiten mujeres ni con la veintena que todavía discriminan a los negros? ¿Por qué 7 Obediencias que representan unos 200.000 Masones franceses se unen para expresar conjuntamente su dolor por lo de Bruselas, y la Gran Logia Nacional de Francia con 25.000 miembros da un paso al costado para no perder el favor de Londres? ¿Por qué las otras 7 Obediencias no tienen esa limitación? ¿Por qué la Orden registra diferentes reacciones frente a un Cardenal católico que publica una carta dirigida a sus “Queridos Hermanos Masones”? 
              
No son preguntas antiguas. Por el contrario, lo son sobre hechos ocurridos en los últimos dos meses a las que más allá de lo casuístico el libro “Los Masones en el mundo…” responde desde lo que podríamos llamar la geografía histórica y política de una Masonería dividida en bloques de influencia.
            
Sin más preámbulos, y como tuve el honor de prologar el libro, con la venia de nuestro QH:. Milton Arrieta me permito reproducirlo a continuación así:
            
             
PROLOGO DEL LIBRO “LOS MASONES EN EL MUNDO. GEOPOLÍTICA MASÓNICA”
                 
A MANERA DE ENFOQUE
Por Iván Herrera Michel
                
Mucha agua ha corrido bajo los puentes de la masonería desde que Grasse Tilly a principios del siglo XIX fundó siete Supremos Consejos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado (REAA), sobre la base de las Constituciones de Burdeos de 1762, las Constituciones de Berlín de 1786 y los dos discursos de Ramsay de 1736 y 1737.
               
Desde entonces nada ha sido estático y muchas cosas han cambiado. Por ejemplo: el Supremo Consejo Masónico de España, fundado en 1811, adoptó la expresión «Suum cuique Jus» en lugar de «Deus Meumque Jus», el Supremo Consejo para Turquía, fundado en 1861, la varió a «Laicus–Humanitas–Scienti», y Albert Pike bosquejó una dirección para los Grados que Grasse Tilly nunca hubiera sospechado.
                  
Aún conservo en mi biblioteca el libro La República Planetaria (2007) de J. G. Plumet, que me regaló el ex Gran Maestro del Gran Oriente de Francia, Pierre Lambicchi, junto con su obra «Las Logias de la República» (2009), que no he dejado de emparentar con los discursos de Ramsay, que consolidaron lo que en el futuro serviría de fuente doctrinal para el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
                   
En el libro de Plumet podemos leer que «en el momento en que un enfrentamiento generalizado de civilizaciones, la guerra responde al terrorismo en una espiral cada vez menos controlada, en que el laicismo ha sido tan violentamente atacado por las nuevas formas de sectarismos ideológicos o religiosos, corresponde a los masones mostrar el ejemplo y promover una asamblea representativa de personas de los cinco continentes para el advenimiento de una Res Pública latitudinal. Es decir: La República
                      
Y aunque Plumet escribe desde el Rito Francés (o Moderno), su coincidencia con Ramsay es total cuando dice que «el mundo entero no es más que una gran República en la cual cada nación es una familia y cada individuo un niño».
                      
Son coincidencias atemporales y a la vez un basamento común que convertido en parte del ADN del Rito Escocés Antiguo y Aceptado determina su universalidad pasada y presente, además de su coherencia histórica con el origen de la Orden.
                  
Hoy el Rito Escocés Antiguo y Aceptado exige masones que sean interlocutores idóneos de la sociología del siglo XXI, y posean capacidad propositiva desde la iniciación progresiva que brinda. Es decir, que sean aptos para entender que a la manera de un patrimonio intangible de la humanidad, la masonería contiene tradiciones y memorias activas adquiridas de nuestros antecesores y es una facilitadora para la comprensión de la pluralidad y la contribución al diálogo integrador entre diferentes.
          
El libro de Milton Arrieta López asume el escocismo desde la variedad de su historia como un instrumento para lidiar con las argumentaciones ideológicas del presente. Y en este camino, imprime un sesgo geopolítico a su análisis, mostrándolo como un componente que determina la permanencia y la calidad de vida en la Orden.
              
Los masones y masonas de hoy están haciendo grandes esfuerzos para trasmitir el verdadero mensaje de la tradición inclusiva del Rito a un mundo cada vez más enterado de su pluralidad, y tenso en su relación con los colectivos a los que esa diversidad mortifica. En consecuencia, las verdades oficiales y el pensamiento único afrontan nuevos retos.
              
En la actualidad varios regímenes escocistas quieren describir el fenómeno masónico e identificar sus líneas de acción desde su propia visión. Milton Arrieta identifica los factores de riesgos de la falta de igualdad al momento de enfrentar la tarea y propone una mayor libertad en la vinculación y concienciación cultural, moral y conductual de las instituciones que agrupan a los masones.
          
Este libro pertenece a la literatura que surge de este contexto instruido.
         
             
                  



EL ILUSTRE DESCONOCIDO QUE FUE EL PRIMER GRAN MAESTRO DE LA MASONERÍA

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Por Iván Herrera Michel
      
En contraste con la abundante documentación que existe sobre la vida y obra de los primeros Grandes Maestros de la Masonería, muy poco se conoce de Anthony Sayer, el primero de ellos. Al parecer fue un francés del común o un plebeyo inglés que vivió en Londres sin ningún título, pariente noble o bien de fortuna que lo distinguiera, y de quien no hay datos acerca de donde nació, donde vivía, si tuvo esposa, hermanos o hijos, quienes fueron sus padres, Etc. 
              
Los mismos historiadores ingleses afirman que su condición humilde no le ha deparado interés alguno por parte de los estudiosos, lo cual a todas luces constituiría un ejemplo intolerable del clasismo británico.
             
De hecho, la única fuente histórica sobre la jornada de su elección como Gran Maestro es secundaria y está comprendida en el “Nuevo Libro de las Constituciones” que redactó James Anderson 21 años después, en 1738, con el siguiente tenor.
       
“(…) el día de San Juan Bautista, del tercer año del rey George I, AD. 1717, la Asamblea y Fiesta de los Masones Libres y Aceptados tuvo lugar en la precitada taberna del Ganso y la Parrilla. Antes de la cena, el más antiguo Maestro en la Silla propuso una lista de candidatos apropiados; y los hermanos eligieron por mayoría de manos levantadas a Anthony Sayer, Gentleman, Gran Maestre de los masones (Jacob Lamball, Carpintero, Capitán Joseph Elliot, Grandes Vigilantes) que de inmediato fue investido con las insignias del oficio y de poder por el dicho maestro más antiguo, e instalado y felicitado por la asamblea, que le rindió homenaje.”
               
Pero también en este, como en los demás escritos de Anderson, es muy difícil distinguir ente lo cimentado en fuentes primarias (documentos de la fecha, testimonios de primera mano, correspondencia de los participantes, Etc.) y su construcción particular de los hechos. Por esta vía, tampoco conocemos quién era “el más antiguo Maestro” en la reunión, cuáles los otros “candidatos apropiados” ni las consideraciones por las que se eligió al Gran Maestro.
             
De todos modos, Sayer pasó a la historia gracias a que fue votado el 24 de junio de 1717 como el primer Gran Maestro de la Gran Logia de Londres y Westminster (y de paso de la Masonería universal) a los 45 años de edad en la “Goose and Gridiron Ale House” “hasta que tuvieran el honor de poder elegir a un Hermano perteneciente a la nobleza”. Otra clara muestra del clasismo de los fundadores de la Masonería que afortunadamente abandonaron amplios sectores de sus descendientes. 
         
En ese momento era miembro de la Logia que se reunía en la Apple Tree Tavern, en la que se planeó en 1716 la fundación de la primera Gran Logia del mundo, ubicada en un lugar por el que hoy pasa la Wellington Street de Londres, a una milla de la Catedral de San Pablo. Después de su Gran Maestría, ocupó el cargo de Primer Gran Vigilante (Senior Grand Warden) de la Gran Logia en 1719 y Guarda Templo (Tyler) de su Logia hasta que falleció.
               
De Sayer se conserva en la Librería y Museo de la Francmasonería de la Gran Logia Unida de Inglaterra un retrato pintado por el Masón inglés Joseph Highmore y grabado por el también Masón holandés John Faber Jr., en el que aparece con peluca tapando su calvicie y decorado con un Mandil blanco con la baveta levantada hasta el pecho, que podríamos presumir de cuero, sin ningún otro ornamento. Los collares, medallas, guantes, ante puños, Etc., que usan los Grandes Maestros de hoy arribarían unos pocos años después de 1717 de la mano de la recién llegada nobleza británica.
                    
No obstante, queda la inquietud acerca de cuáles fueron “las insignias del oficio y de poder” con que fue investido el día de su elección. A juzgar por las ilustraciones Masónicas en la portada de las Constituciones de Anderson de 1723 en las que solo aparece un Mandil, se podría colegir que Anderson en 1738, alejado del rigor histórico, se dio licencia para engalanar las circunstancias fundacionales de la Gran Logia en una cervecería ordinaria, lo cual no sería nada extraño en él.
                   
Por otra parte, la precaria situación económica de Sayer lo llevó a solicitar ayuda tres veces a su segundo Taller la Old King´s Arms Lodge No. 28 el 21 de noviembre de 1724, el 21 de abril de 1730 y el 17 de abril de 1741, siendo auxiliado en dos ocasiones el 2 de febrero de 1736 y el 3 de marzo de 1740. Y en 1730 fue amonestado en público por el Gran Maestro, el Duque de Norfolk, por asistir a las reuniones que se hacían en contra de las políticas de la Gran Logia.  
                
Tampoco fue Anthony Sayer un Gran Maestro activo y su periodo pasó sin pena ni gloria. De hecho, en la Goose and Gridiron Ale House se acordó celebrar cada año una Asamblea y fiesta el 24 de junio, día de San Juan Bautista. Cuando se reunió la Asamblea de 1718 Anthony Sayer entregó la Gran Maestría a George Payne sin una Logia más de las cuatro que recibió ni contar con un miembro adicional.
              
Allí igualmente se concertaron tres reuniones trimestrales de los oficiales de las Logias así: la primera el día de San Miguel Arcángel el 29 de septiembre, la segunda el día de San Juan Evangelista el 27 de diciembre y la tercera el día de la Anunciación el 25 de marzo. Ninguna de esas reuniones se llevó a cabo.
               
Anthony Sayer fue el primero de los cinco únicos Grandes Maestros ingleses que no han sido de la nobleza o de la realeza de los cincuenta y nueve que suman las tres Grandes Logias “regulares” de Inglaterra en trescientos años. A saber, en orden de fundación:
             
1) Gran Logia de Londres y Westminster (1717 a 1813): Sayer en 1717, George Payne en 1718 y 1720, y John Theophilus Desaguliers en 1719;
                
2) Gran Logia de Masones Libres y Aceptados de Inglaterra (1751 a 1813): Robert Turner en 1753 y Edward Vaughan en 1754 y 1756; y
               
3) Gran Logia Unida de Inglaterra (1813 -     ): todos sus Grandes Maestros han sido miembros de la nobleza o la realeza.
            
Iglesia de San Pablo del Covent Garden
De lo que si se está al corriente por un periódico local de finales de enero de 1742 es de la edad en la que falleció Sayer. Y de que fue sepultado el seis de enero de 1742 durante la Gran Maestría del Conde de Morton. La noticia fue publicada en los siguientes términos de los que se desprende que debió nacer en 1672:
               
Hace pocos días falleció a los 70 años Mr. Anthony Sayer, quien fuera Gran Maestre de la Más Antigua y Honorable Sociedad de los Masones Libres y Aceptados en 1717. Su ataúd fue seguido por un gran número de Gentlemen de la mejor calidad de esa Honorable Sociedad, desde la taberna Shakespears Head en la Piazza de Covent Garden y decentemente enterrado en la iglesia de Covent Garden.”
            
Desde entonces sus restos reposan en la iglesia de San Pablo del Covent Garden, conocida como la “Iglesia de los actores”, construida por Iñigo Jones en 1633 en el West End de Londres, con un estilo toscano sobrio, en medio de un remanso de paz en el que a menudo se ofrecen conciertos.
            
            
               


¿PARA QUE FUNDARON LA PRIMERA GRAN LOGIA?

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Por: Iván Herrera Michel
          
Si bien es cierto que la Masonería con un carácter asociativo, filosófico, positivista, artístico, libertario, metafísico, solidario, igualitario, librepensador, cristiano, espiritual, filantrópico… y hasta iniciático, brindó la más grande lección de altruismo en los siglos XVIII, XIX y XX, también lo es que su primera Gran Logia no fue fundada para tan altos designios, ni concebida por la upper class británica, ni ideada por alumnos del Eton College, ni en ella se entonaban las notas románticas del Greensleeves que dicen que Enrique VIII le compuso a Ana Bolena.
          
Muy por el contrario de los clichés doctrinales que acompañan a la Orden, los precursores de 1717 eran obreros de su tiempo, personas sin mayor preparación, cercanas a la construcción, que vivían en una sociedad estamental y miembros de cuatro pequeñas cuadrillas que eran contratadas por maestros de obras de mayor influencia encargados de los trabajos más rentables bajo la dirección suprema de Sir Christopher Wren, que para finales del XVII y principios del XVIII era el gran contratista del sector público en el Reino Unido y desde hacía medio siglo el encargado de la reconstrucción de Londres.            
 
Sir Christopher Wren
Las cuatro Logias fundadoras de la Gran Logia de Londres y Westminster se reunieron sin ritual alguno (eso vendría después) y con un interés exclusivamente especulativo en lo económico, sin veleidades filosóficas, esotéricas o filantrópicas. De hecho, los nuevos miembros se “aceptaban”, en vez de “iniciarse”, como empezaría a hacerse varias décadas después en Francia. La solidaridad derivaba del colegaje, la fraternidad era camaradería y un “sistema de moral velado en alegorías e ilustrado por símbolos” no estaba en las cuentas de nadie en la “Goose and Gridiron Ale House”.
              
Solo fue a partir de 1718 durante la primera Gran Maestría del anticuario y empleado público George Payne y la incorporación y Gran Maestría en 1719 del francés Jean Théophile Desaguliers, filósofo, miembro de la Royal Society y asistente de Isaac Newton, que se fue conformando un entramado ideológico latitudinario que comenzó quemando las reglamentaciones anteriores del gremio, y terminó en 1723 con la aprobación de unas nuevas constituciones y la introducción formal de pompa y circunstancia a los usos y costumbres. Ya desde 1720, para la segunda instalación como Gran Maestro de George Payne en la Sala de Librea de la ciudad, se llevó a cabo el primer desfile público de la Masonería, que partiendo de su residencia fue presidido por nobles en carruajes seguidos de Masones decorados con sus mandiles.                    
               
A partir de allí, y en medio de las nuevas tendencias, la nobleza que tuvo en la Gran Maestría desde 1721 al hombre más rico de Inglaterra (John Montagu, Segundo Duque de Montagu, Vizconde de Monthermer, Marqués de Monthermer y Coronel de la Guardia Montada) no se hizo esperar, algunos Grandes Maestros estuvieron prontos a izar “el pendón de su yo” (como dijo Ortega y Gasset) y las cosas nunca más volvieron a ser iguales. En adelante se configuraría una orientación mezcla de nobles y científicos que contó de todos modos con que los fundadores no eran simples obreros a semejanza de los jornaleros del mercado, sino unos operarios que estaban al tanto del poder evocador de los símbolos y de la forma en que estos interactúan con las personas. No se construye una catedral sin estar en contacto con un pensamiento abstracto y sofisticado, ni se trabaja durante años en su levantamiento sin irse sensibilizando en un sistema de comprensiones determinado.
              
Si bien estaban lejos de ser semiólogos, esos albañiles percibían cómo los símbolos que creaban se revelaban a los observadores desde el contexto y la asociación de pensamientos. Sin esta predisposición inicial las nuevas doctrinas difícilmente hubieran podido conectarse con la funcionalidad del simbolismo moralizado que siguió.
            
Sobre esta base, la asociación de ideas vinculada al símbolo arquetípico y la imagen se
Jean Théophile Desaguliers
trasformaron en una especie de metáfora dirigida a avivar la especulación al tiempo que la suntuosidad anglosajona sentaba sus reales. El Duque de Montagu se posesionó con las mismas cuatro Logias fundadoras y al año entregó veinticuatro y una percepción social diferente de lo Masónico. Y como diría Valle Inclán “en aquella atmosfera de fuego, cargada de pólenes misteriosos y fecundos, como si fuera el serrallo del universo”, se iniciaba el Big Bang de una Masonería que trescientos años después tiene hasta una bandera clavada en la luna.
                      
Y no es de extrañar que la fastuosidad se haya introducido, ya que como afirma Jon Hamill, actual Director de Proyectos Especiales de la Gran Logia Unida de Inglaterra “el boato es algo por lo que los ingleses son reconocidos internacionalmente como unos maestros Ya se trate de una importante ocasión oficial como la apertura del Parlamento, una presentación del Alcalde Mayor de Londres o un festival de verano en alguna ciudad del país, ellos tienen un gran sentido de la tradición, el color, la precisión y el estilo”.
                    
En contraste, las Logias que inicialmente se reunieron en 1717 en una cervecería popular tenían como meta vital crear un pool de la construcción que les brindara ventajas para obtener contratos, restringir la competencia y aumentar sus ganancias. Y si aspiraron a que los gobernara un noble, lo hicieron calculando que con su concurso lo podrían logran con mayor facilidad ahora que una nueva dinastía (la de los Hannover) y un nuevo rey (Jorge I) habían asumido el trono de la Gran Bretaña hacía tres años y al anciano contratista del reino desde hacía casi medio siglo, Christofe Wren, le pesaban sus 85 años de edad y su rol en la construcción de Londres tenía el sol a las espaldas.
John Montagu
                       
Sobre todo, desde que sus protectores de la dinastía Estuardo habían perdido la corona al fallecer Ana I sin descendencia directa en 1714 y fueran derrotados en la sublevación y toma de ciudades que propiciaron en 1715 y 1716, que dio lugar a que el Rey Jorge I suprimiera el partido de los tories que apoyaba a los Estuardos y conformara un gobierno amigo de corte liberal exclusivamente con el partido whig. Los estuardistas lo volverían a intentar en 1719 con el apoyo de España que destinó 300 hombres de infantería a Escocia para iniciar la rebelión y un ejército de 7.000 soldados a Gales, para tomar Londres y coronar a Jacobo III. De nuevo fueron vencidos.
                   
La primera Gran Logia surge en tiempos turbulentos de cambio y de definiciones en Inglaterra. La imposición de un rey alemán que solo hablaba en ese idioma y delegaba excesivo poder en su gabinete creó tensiones adicionales con los partidarios de unos pretendientes Estuardos que tenían mayores razones para aspirar al trono, y por sobradas razones Wren fue hostil hasta su muerte en 1723 a una iniciativa constituida por cuatro Logias que buscaban socavar su poder. James Anderson afirmaría con flema inglesa en 1738 en sus “Nuevo Libro de las Constituciones” que Wren “las tenía descuidadas”.
                    
Christopher Wren fue uno de los amigos de infancia más favorecidos por el Rey Carlos II (Estuardo). Tres años después del gran incendio de Londres de 1666, lo nombró Inspector del Reino (Royal Surveyor) encargándolo de las obras civiles que requirieran todos los palacios y de la reconstrucción de la ciudad. De las 87 iglesias destruidas por el fuego Wren reconstruyó 51, además de hospitales y bibliotecas en toda Inglaterra y la Catedral de San Pablo en Londres en donde está enterrado. Su propuesta de diseño de un nuevo Londres con plazas y avenidas no corrió con suerte, y finalmente lo reconstruyó a partir del esquema original pero con ladrillos y piedras, minimizando el uso de la madera para evitar nuevos incendios.Fungió durante 49 años como el máximo contratista británico, durante los cuales adquirió una fuerte autoridad sobre los gremios de constructores.
                     
Catedral de San Pablo de Londres
Según datos oficiales, la conflagración destruyó en cuatro días con sus noches 13.200 casas, 87 iglesias, 44 casas gremiales, la Casa de Aduanas, la Catedral de San Pablo, el ayuntamiento de Londres, el palacio correccional del centro medieval y otras prisiones, cuatro puentes sobre los ríos Támesis y Fleet y tres puertas de la ciudad. Dejó a unas 80.000 personas sin hogar y la cifra de muertos se calcula en varios cientos. Una verdadera tragedia que siguió a la de la gran peste que azotó a Londres un año antes y que dejó entre 70.000 y 100.000 muertos de los 450.000 habitantes que tenía la ciudad. Frente a esto el eficiente Wren en ocho años construyó 10.000 casas que le trajeron un gran prestigio.
                 
Wren era toda una personalidad para la época, había sido profesor de astronomía, arquitecto, médico, dos veces parlamentario (1685-1688 y 1702-1705), presidente de la Royal Society (1680 y 1682) y el mismo Isaac Newton se refería a él como un científico brillante. Además, en virtud de sus funciones era el gran dirigente de las Logias del reino, lo que en ocasiones se asimila en forma imprecisa a un cargo de Gran Maestro de la Masonería Operativa, que nunca existió.
                      
La vejez, la falta de apoyo oficial, la incapacidad física y el largo ejercicio del octogenario Christopher Wren fue un motivo muy importante para que cuatro logias de obreros concibieran un cartel de la construcción al que denominaron Gran Logia de Londres y Westminster debido a que tres de las fundadoras se reunían en tabernas de Londres (The Goose and Gridiron,The Crown y The Apple-Tree), y la cuarta (Rummer and Grape) en la cercana ciudad de Westminster, que era para entonces la segunda en población del país y actualmente está ubicada en el centro del Gran Londres.
                     
El control de larga data de las obras por parte de Wren y el novedoso diseño de la Catedral de San Pablo (que hoy es motivo de orgullo),construida de 1675 a 1710 e inspirada en la de San Pedro de Roma y en la iglesia de Val de Grace en París, ya venían recibiendo acidas críticas. Una fuerte oposición irrumpía y fue famoso el escrito deAnthony Ashley Cooper, tercer Conde de Shaftesbury, contra un Wren que fue despedido finalmente en 1718 para dar paso al nombramiento de William Benson, que a su vez duró en el puesto solo quince meses dejando una complicada estela de enfrentamientos con sus subordinados, sus colegas, la tesorería del reino y la Cámara de los Lores.
                 
Jorge I Hannover
La novedad asociativa de 1717 y la deriva de su mutación preocupó en gran medida al resto de Logias operativas, especulativas y heterogéneas esparcidas por la Gran Bretaña que continuaban siendo fieles a la tradición y alejó para siempre a la Masonería del ofició de la construcción. De ahí la sátira de llamarla “moderna” con que se le comenzó a conocer con intención mordaz.
                       
Christopher Wren murió el 25 de febrero de 1723, cuatro meses antes que las primeras Constituciones de Anderson abrieran las puertas a una nueva Masonería que abandonaba la idea de ser un cartel de la construcción para tratar de unir lo disperso, ser centro de unión y de armonía y abrir espacios a las ciencias experimentales.
                  
Conociendo los antecedentes de Wren, es muy posible que una asociación especulativa a medio camino entre la Royal Society y la aristocracia británica hubiera sido de su agrado. Aunque es muy poco probable que se hubiera incorporado al universo hannoveriano que nacía en la Orden.
              
            
      

DEL CONSERVADURISMO Y EL LIBERALISMO MASÓNICO

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UNA MIRADA NEUROLÓGICA
               
Por Iván Herrera Michel
                      
La ciencia está arrojando luces insospechadas sobre el origen de nuestras decisiones, y parece ser que la moral humana tiene un componente evolutivo ligado al comportamiento social que se manifiesta en la conducta en las Logias Masónicas. La especie humana evolucionó en grupos pequeños en donde la coerción era fundamental, y es posible que esta circunstancia metaobedencial explique la distribución tribal de la Orden en familias conservadoras y liberales.   
                           
Un ejemplo que siempre me causo interés, sucedió durante mi época de Director fundador de los primeros 35 números de las revistas escritas trimestrales “Plancha Masónica” (2000 – 2008) y miembro fundador del Comité de Redacción de "El Misionero", durante sus primeras 65 ediciones (1992 – 2008), cuando a mi residencia llegaban cumplidamente algunos Masones en su búsqueda, solicitándome de paso que les guardara el secreto porque en su Obediencia estaba prohibido leerlas. Censura similar han sufrido en algunos espacios internos y externos de la Orden mis libros y artículos publicados en papel, sitios webs o en este blog.
                  
Las prohibiciones se han extrapolado a comunidades virtuales interactivas, y las razones siguen siendo las mismas: es indebido compartir escritos de un Masón de otro sector de la Masonería. Y ni hablemos de circular en algunas de ellas la Plancha de una Masona. Es como si Anderson hubiera redactado un séptimo punto en la segunda parte de sus Constituciones de 1723, sobre los deberes de los Masones, titulado “Cuando los hermanos se reúnen en internet” que elevado a Landmark prohibiera este desenvolvimiento integral de la fraternidad Masónica.
                                 
Son ecosistemas Masónicos cerrados, del tipo burbujas, que muestran un espectro autista (del griego auto: que actúa sobre sí mismo, e ismo: tendencia, proceso) que afecta negativamente la capacidad de comunicación de un Masón con otros Masones y/o Masonas, por su permanente obsesión en seguir rutinas doctrinales específicas y en redundar en consignas repetitivas. Hay quienes encuentran en este adoctrinamiento un espacio coherente con su pensamiento conservador y el que termina haciendo mutis por el foro alejándose de los Talleres. Un bálsamo frente a estos últimos consiste en asegurarles que pronto cambiarán las cosas aunque tarde o temprano caigan en cuenta que el cambio se demora mucho y que el dialogo entre una funcionalidad conservadora y otra integradora de la diferencia es muy difícil.
                       
En lo macro, se acostumbra mirar con una óptica geopolítica el bloque tectónico que constituyen las Obediencias militantes en la “regularidad” anglosajona. No obstante, en lo micro encontramos mentalidades individuales que marcan diferencia e impulsan el proceso hacía el inmovilismo, que hay que mirar con una óptica sicológica adicional. Me explico:
                                   
Una investigación adelantada por el Dr. Ryota Kanai, del Institute of Cognitive Neuroscience de la University College London, con 90 voluntarios sanos sobre su orientación política, publicada en la revista Current Biology en el mes de marzo de 2011, concluyó que existen diferencias sustanciales en los estilos cognitivos y funcionales de liberales y conservadores relacionados con sus posiciones sicológicas que reflejan influencias genéticas e interacciones con factores ambientales originados en una parte del córtex. El resultado del estudio asoció un mayor liberalismo con un aumento de volumen de la materia gris en la corteza cingulada anterior, mientras que un mayor conservadurismo mostró un aumento del volumen de la amígdala derecha. Al parecer, se evidencia “una mayor capacidad de los liberales para hacer frente a la información conflictiva, y una mayor competencia de los conservadores para reconocer una amenaza.”
                                         
Adicionalmente afirma el Dr. Kanai que "no queda claro si la estructura del cerebro determina la actitud política o es al revés. Por lo tanto hay que ser precavido antes de interpretar la relación de causalidad. En estas estructuras se encuentran reflejados rasgos de personalidad tales como la sensibilidad al miedo o a la incertidumbre, que a su vez contribuyen a la formación de declinaciones políticas".
                                    
Paralelamente, para la misma época la revista 'Science' publicaba un estudio que constataba que“aquellos cuya fisiología responde más intensamente a las amenazas (a través de la visualización de imágenes o exposición a ruidos) eran más conservadores, con actitudes políticas tendentes a la protección del Estado o la defensa de la pena de muerte. Por el contrario, los menos afectados por la intimidación tienden a empatizar más con los inmigrantes o a rechazar la pena de muerte.”
                           
En términos prácticos, y alejados del lenguaje científico, lo anterior significa que hay una correlación entre la estructura del cerebro y los mecanismos sicológicos que median en nuestras decisiones.
                                   
Ya en la Orden, si a esta base biológica le sumamos una decidida manipulación u omisión de la información, verdades a medias, propagación de rumores, descontextualización y reduccionismo, sumados a un sistema autoritario de premios y castigos, tendremos con los Masones que permanezcan un largo periodo en los Talleres un universo autista, que en lo macro termina sirviendo para sustentar los vaticanismos políticos que existen en la Orden.
                        
Pero no debe ser esta condición una motivación para la hostilidad mutua, sino para reconocer que la forma de ser de una Masonería no es una versión deteriorada de la otra, y que cada una tiene para sus miembros un valor y un sentido profundamente arraigado en su conducta y en los desafíos que enfrenta una persona para estar bien regulada emocionalmente.

                             
                         
                       
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